¡Buenos días!
Hoy es lunes 4 de marzo

Y por ahí nos topamos una frase, que aunque es de un autor desconocido, nos llama a reflexionar: «No puedes defender la dignidad mientras pisoteas los derechos humanos». Y ahora sí, estas son las noticias que tienes que saber para iniciar tu semana.

Repetir hasta el cansancio

En su discurso del 27 de febrero, el presidente Abinader le pidió a los legisladores que le metan el turbo a la propuesta de Ley Integral de Violencia contra las Mujeres, que está dando vueltas en el Congreso desde que el Ejecutivo la depositó el 12 de diciembre del 2022.

Ante el eterno descanso del nuevo Código Penal, esta ley viene a remediar algunas deficiencias que tiene el actual en cuanto a la tipificación de algunos delitos y sus castigos. Entre esos delitos, está el acoso en sus distintas versiones. Y aunque la Ley 24-97 hizo algunas modificaciones, realmente en este país no existe el delito de acoso, a menos que sea en el ámbito laboral. 

Esto es lo que dice la ley: «Constituye acoso sexual toda orden, amenaza, constreñimiento u ofrecimiento destinado a obtener favores de naturaleza sexual, realizado por una persona (hombre o mujer) que abusa de la autoridad que le confieren sus funciones».

Imagínate que lo que no esté ahí, no cae dentro de acoso. Con eso tenemos un problema bastante grande.

¿A qué viene eso?

A que este tipo de atrasos en nuestras leyes llaman la atención cuando pasan casos como el de Paula Santana, una joven de 23 años que trabajaba en una empresa de la Zona Franca de Las Américas, y el 22 de febrero pasado fue encontrada violada y estrangulada en una alcantarilla cerca de ahí. Según los familiares, Paula había reportado que un compañero de trabajo la estaba acosando, pero en la empresa no le hicieron caso. Ahora hay dos arrestados, y la empresa fue sancionada por el Ministerio de Trabajo por «faltas graves». La empresa dice que no había recibido denuncias de acoso sexual, así como tampoco el Ministerio de Trabajo.

Vamos más allá

El acoso tiene varias características, entre ellas la insistencia y el efecto indeseado y negativo que provoca en la víctima. Hay muchos tipos de acoso, aparte del sexual. Puede ser físico o verbal, y puede ocurrir tanto en el lugar de trabajo como en las redes, en la calle, por teléfono y en la escuela. Al acoso escolar se llama «bullying», y vamos a hablar un poco de esto ahora.

Vamos a hablar de eso porque hace pocos días salió a relucir un dato que no es nuevo, pero que sigue siendo válido: según estudios del Celac y del Banco Mundial, entre 15 países de América Latina, República Dominicana es el que tiene mayor nivel de acoso escolar entre los niños de 12 años. El 49 % de los estudiantes de RD dijo haber sido víctima, seguido por Argentina con 48 %, Perú con 47 %, y por ahí María se va. Así se ve el listado:

En otro análisis del Banco Mundial, salió a relucir que 2 de cada 3 maestros y 7 de cada 10 padres de estudiantes dominicanos de 15 años, reportaron acoso verbal y peleas físicas, mientras que la mitad de los padres dijeron que las amenazas o insultos eran un problema para ellos. Mira cómo nos comparamos a América Latina y al mundo, según PISA (la misma gente de las famosas pruebas académicas):

Y si de dormir se trata

En el Congreso también está durmiendo la siesta eterna, la modificación del Código de Trabajo, una tarea pendiente desde hace añales. Al menos eso lo mandaron a comisión los senadores desde que empezó la primera legislatura del año, el pasado 27 de febrero. Y por eso, volvió a la opinión pública el debate sobre lo que ha mantenido trancada esa modificación en los últimos tiempos: la cesantía. 

Recuérdame el tranque

La cesantía es la «liquidación»: el dinero que le toca al empleado al ser despedido de una empresa, para que aguante ahí hasta que consiga otro trabajo. Los empleadores y al menos parte del gobierno quieren quitarla y sustituirla por otro método, pero los sindicalistas que representan a los trabajadores están negados. Ellos entienden que eso es una conquista del sector trabajador, a la que no van a renunciar. Sin embargo, quienes están a favor de sustituirla por otro método entienden que puede ser mejor, incluso para el mismo trabajador.

¿Cuáles son las alternativas?

La indemnización por despido, el que se usa aquí, es uno de los dos métodos más utilizados de cesantía. El empleador, o la empresa, debe hacer un solo pago al momento del despido, que suele aumentar en base a los años que haya trabajado la persona. La gente que está en contra de ese modelo dice que, al ser una carga tan grande para la empresa —sobre todo si el empleado tiene mucho tiempo— eso puede llevar a los empleadores a contratar menos personas o pagar menos, para que los fuetazos de las cesantías no los dejen quebrados. Y ni hablar de los empleados que tienen un incentivo para portarse mal, para que lo boten y le toque su indemnización.

El otro modelo es el de seguro de desempleo, que se utiliza —entre muchos otros países— en EE. UU. Aquí, la empresa y el trabajador —en algunos casos solo la empresa— aporta todos los meses a un fondo para eso (tipo el seguro de salud o el fondo de pensiones). El trabajador despedido entonces puede usar esos fondos, por parte y durante un tiempo que usualmente depende de cuánto haya durado trabajando. Los que defienden este modelo dicen que tanto para la empresa como para el trabajador es mejor ir aportando poco a poco, e ir recibiendo de la misma manera al ocurrir el despido, que pagar o recibir toda la indemnización de golpe. 

Para salir del tranque, algunos han sugerido hacer un «corte» para que los que ya están trabajando sigan con el modelo de indemnización, y que los nuevos empleados entren con el nuevo modelo de seguro de desempleo. Y a ti, ¿cuál te gusta más y por qué?

Imagen del día

Esto ocurrió el sábado en Gaza, donde aviones gringos tiraron 66 paquetes con más o menos 38 000 raciones de comida. Esta ayuda llegó dos días después que más de 100 palestinos murieran (y cientos más resultaran heridos) luego de un ataque israelí en el lugar donde recogían ayuda humanitaria —la versión de Israel es un chin diferente. Las Naciones Unidas dicen que estar tirando comida desde aviones no es la manera más eficiente para mandar ayuda, pero a lo mejor en la Casa Blanca piensan que «a falta de pan: cazabe», porque dijeron que están coordinando más lanzamientos mientras tratan de «presionar» a Israel que le baje un dos a las muertes civiles y que dejen que llegue la ayuda humanitaria. Mientras piden ese favor, EE. UU. no ha dejado de darle asistencia militar (y dinero) a Israel. 

La ñapa del lunes

• Max Verstappen empezó la temporada de F1 igual como terminó la anterior: ganando.

• Abinader le sumó 12 generales más al país por el 88 aniversario de la Policía Nacional.

• Cerraron temporalmente la discoteca Luxury Grand Stage, en Jarabacoa, luego de que se armara un tiroteo durante un concierto de Rochy RD.

La cifra del día

9 millones de dólares

Lo que dicen que cobró Rihanna por cantar en la fiesta de preboda de Anant Ambani y su novia Radhika Merchant. Esta pareja (o por lo menos sus familias) tienen todos los cuartos del mundo más 5 pesos. El papá de Anant es el décimo hombre más rico del mundo y el más rico de toda Asia, mientras que la familia de Radhika tienen un emporio farmacéutico del cual ella forma parte de la junta directiva. La celebración (o precelebración 🤷🏻‍♀️) duró tres días, fueron mil invitados —entre los cuales estaban Mark Zuckerberg y Hillary Clinton— y tenían 21 chefs fajados preparando más de 2500 platos. Si eso fue el calentamiento, imagínense como viene la boda en julio. Y uno regateando las sillas Tiffany 🥲.