¡Buenos días!
Hoy es martes 3 de junio

No siempre gana el más brillante, ni el que más sabe. Gana el que no se quita. El que sigue ahí, aunque esté cansado. Aunque no vea resultados de una vez. El que se presenta todos los días, sin mucho bulto, sin buscar aplausos. No es velocidad. No es perfección. Es constancia. Mostrarte, aunque no tengas ganas. Porque el esfuerzo nunca traiciona. Te forma.

Si más merezco, más mándame

El sector construcción está al grito desde hace tiempo por el aumento de los materiales y porque los están dejando sin obreros por las deportaciones. Y eso, que hasta hace poco el precio de los permisos para levantar una torre o una villa, y los precios de las inspecciones obligatorias por parte del gobierno, eran prácticamente simbólicos. 

Pero eso cambió. Y cambió feo, según una comunicación que habría enviado el Ministerio de Vivienda y Edificaciones (MIVED) este mes, de acuerdo a varios reportes.

¿Qué cambió?

Dos cosas:

• La licencia de construcción: antes costaba 6 mil pesos, y ahora se calcula como el 0.1% del valor del proyecto. Si una obra vale 100 millones, solo la licencia cuesta 100 mil pesos.

• Las inspecciones técnicas: estas son las visitas que hace el MIVED durante la construcción para chequear que todo va bien, y aquí es que se pone sabroso. Antes se cobraba una tarifa fija por nivel o por tipo de proyecto, sin importar el metraje, la cantidad de visitas o los elementos estructurales revisados. Una inspección andaba entre 3 y 5 mil pesos, y la inspección final unos 5 mil más. Los proyectos de bajo costo incluso estaban exentos.

  • Ahora se exige una visita para cada tipo de elemento estructural: verticales (columnas y muros) y horizontales (vigas y losas), y los precios cambian si la inspección es día de semana o sábado. Además ya no hay exenciones, y también hay que pagarle el transporte al inspector dependiendo de la distancia.

Debe haber un error

Ahora la visita a una casa o un residencial va desde 5500 por visita hasta 14 mil, dependiendo del tamaño, y la inspección final entre 11 mil y 19 mil. En los proyectos turísticos, la visita costará entre 17 y 34 mil pesos, y la inspección final entre 28 mil y 45 mil. Ah, eso es día de semana, porque si es sábado es el doble.

Pero además de los aumentos de precio, ahora se necesitarán muchas más inspecciones por eso de que es por cada elemento estructural y no por nivel. Por eso unos ingenieros dizque le dijeron a Martínez Pozo que el costo de las inspecciones de una torre promedio, que antes podían salir por unos 70 mil pesos, ahora podrían costar hasta 25 millones de pesos. Deben estar exagerando, pero eso fue lo que dijeron según él.

¿Y qué dice el MIVED?

Nada, que esto es para modernizar los servicios, agilizar los trámites, inspeccionar más y mejor, invertir en movilidad, etcétera. Antes lo hacía Obras Públicas, y queda claro que el costo era demasiado bajito y las inspecciones eran insuficientes, así que tiene sentido que el MIVED ponga nuevas tarifas. Pero los números que se están manejando tienen al sector construcción encendido y preguntándose si nos pusimos locos.

Una jugada maestra

Justo el día antes de reunirse otra vez con Rusia, Ucrania lanzó un ataque en territorio ruso que agarró de sorpresa a Putin y todo su ejército y sistema de defensa. Unos 117 drones ucranianos despegaron al mismo tiempo desde varios puntos dentro de Rusia, y arrasaron con bases aéreas clave a miles de kilómetros de Ucrania. Los ucranianos duraron como 1 año y medio preparando este ataque, que llamaron «Operación Telaraña», aunque algunos le están diciendo el «Pearl Harbor ruso».

¿Qué atacaron?

Cuatro bases aéreas, lejísimos una de la otra (tú sabes que Rusia es el país más grande del mundo, por mucho). Una en Siberia, otra cerca de Noruega, y dos cerca de Moscú. Según el gobierno ucraniano, convirtieron en puré al menos 40 aviones de los que pueden tirar misiles de crucero e incluso armas nucleares. Se estima que hay 120 aviones de esos en total, o sea que se llevaron la tercera parte de un fuetazo.

¿Y cómo lo hicieron?

En este año y medio, el servicio secreto ucraniano fue metiendo a Rusia drones escondidos en camiones. Los tapaban con unos techos de madera que a la hora del none abrieron por control remoto para que pudieran salir a atacar.

¿Por qué tanto show?

Porque probó que Ucrania todavía tiene cartas por jugar. Otra cosa es que llevó la guerra bien profundo al territorio ruso, donde el gobierno ha hecho un trabajo fino para que la gente piense que lo que ha estado haciendo en estos años es una «operación especial» en Ucrania. Y para completar, cambió las reglas del juego:

• Atacaron desde dentro de Rusia.

• Usaron drones baratos para destruir aviones muy caros (según estimaciones, por valor de 7 mil millones de dólares).

• Rusia no tiene cómo reponer esas pérdidas rápido, y es un tremendo golpe a su poderío militar.

¿Qué pasa ahora?

Pueden pasar dos cosas: que finalmente se sienten a negociar de verdad, o que Rusia se lo coja demasiado a pecho y le suba un cambio a la guerra. Por el momento todo sigue como si no hubiera pasado nada. Ayer, rusos y ucranianos se reunieron en Turquía tal como estaba planificado, y llegaron a algunas cosas, como un acuerdo para intercambiar prisioneros. Pero la tregua final sigue estando difícil, así que las esperanzas están ahora en la invitación que hizo Zelenski para reunirse a finales de este mes con Putin, Trump y Erdogan (el de Turquía).

Imagen del día

Así se ve el uniforme de los 1150 agentes que arrancaron ayer con el plan piloto del nuevo patrullaje en la capital y Santiago. Se supone que estos policías son los top de los top, después de pruebas psicológicas, operativas e intelectuales. Además de lo que ya habíamos hablado, de que no usarán armas letales y tendrán cámaras y entrenamiento especial en prevención, también habrá análisis de datos, mapas de calor y protocolos medibles. En total son 137 sectores, pero le dará prioridad a la Zona Colonial, Los Mina y Naco.

La cifra del día

83%

El porcentaje de aceras de 14 sectores del Distrito que están bloqueadas por carros, puestos de vendedores, carritos, kioscos, basura o construcciones. Eso salió en un estudio de la Fundación Movilidad Vial Dominicana (Movido), que habla de un caos peatonal donde también hablan de que las personas en sillas de ruedas no pueden pasar por más de la mitad de los tramos de aceras.