¡Buenos días!
Hoy es jueves 13 de julio

Si a veces sientes que el calor te está matando, no te descuides porque esto pudiera ser literal. Solo en Europa se registraron más de 61 000 muertes relacionadas con olas de calor en el verano pasado. En este año, debido a los efectos de El niño ya hemos estado sufriendo cifras récord de calor, así que mantente hidratado, cógelo suave y vete por la sombrita.

Entre todos lo mataron… 

…y él solo se murió. El ambiente político está tan «interesante» últimamente que ya ni siquiera es entre partidos que se están tirando; ahora a lo interno del Congreso hay un bochinche. Todo empezó cuando en la sesión del martes, Alfredo Pacheco, el presidente de la Cámara de Diputados, dijo que iba a armar una comisión para ir hoy donde sus vecinos del Senado a ver por qué tienen estancados unos 15 proyectos de ley que ya fueron aprobados por los diputados. Como que no le hacen mucho caso a lo que les llega de la Cámara de Diputados, quiso dejar dicho.

Ahí no hay nada muy relevante, pero sí proyectos de ley que tienen años y no les han puesto la mano. Por ejemplo, uno que sometió Omar Fernández para regularizar las transiciones entre gobiernos; otro de Dionisio de la Rosa, que plantea la construcción de albergues para gente que no tiene hogar. Bueno, Pacheco tiene la lista.

Si alguna vez fui malo, lo aprendí de ti

Eduardo Estrella, el presidente del Senado, dijo que le sorprendió que los diputados saltaran con eso porque en la lista que él tiene solo hay 10 proyectos de ley de los diputados. Pero que si vamos a reclamar proyectos estancados, los diputados tienen 79 en las manos, que les llegaron desde el Senado.

Y ahí sí hay sustancia. Entre esos 79 hay leyes importantes y muy comentadas, como el eterno Código Penal; la Ley sobre Trata de Personas, Explotación y Tráfico Ilícito de Migrantes (que después que algunos sectores armaron un reperpero porque dizque daría paso a acoger refugiados haitianos, más nunca le volvieron a poner la mano). También tienen la Ley de Atención y Desarrollo de la Primera Infancia, que es necesaria para atender mejor todo lo que tiene que ver con la educación y el cuidado de los niños pequeños; y así… Bueno, son 79.

Déjalo para después

Como tantas cosas aquí. El problema de que todas estas leyes ni siquiera estén en la mente de los diputados ahora mismo, es que la primera legislatura de este año (son 2 al año, cada una de 150 días) termina ahora el día 26.

Entonces, una ley que no se haya aprobado al terminar una legislatura perime (o caduca). Eso no quiere decir que muere ahí, sino que pasa a la siguiente legislatura, y hay que hacer todo de nuevo y además se esfuma la prisa porque «hay tiempo».

Fentalío

En estos días se está hablando mucho sobre la epidemia del fentanilo. A esta le dicen «la droga zombie», porque los adictos literalmente se ponen como zombies, y está matando gente en Estados Unidos a una velocidad que mete miedo.

Aquí no se ponen de acuerdo sobre si llegó o no llegó. Por un lado, está la DNCD diciendo que nunca ha visto eso aquí, y Salud Pública dice que no la ha encontrado. Solo una pequeña observación, y es que aquí no hay ninguna prueba de laboratorio para detectar el fentanilo en un paciente; lo que hacen es pruebas para otras sustancias y dizque por descarte saben que no hay fentanilo. Ah, ok.

Y por el otro, Nuria hasta hizo un reportaje hace poco sobre adictos que ya andan en nuestras calles, y según este artículo desde el 2016 ya se sabía de cargamentos de insumos para laboratorios de fentanilo que intentaron entrar al país. Es más, hasta Hogares Crea ha tratado adictos.

A pesar de que esto es una amenaza para todos –principalmente de salud pública, pero también económica– nunca nos hemos detenido a explicar qué es lo que pasa con el fentanilo, para por lo menos saber a qué es que uno se enfrenta.

Como dijo el viejo Jack

Vamos por partes. El fentanilo es un opioide sintético, así que primero hay que explicar qué es un opioide. Un opioide es una sustancia que se saca de la planta de opio; por ejemplo, la codeína, la tebaína, y la más poderosa y famosa de todas: la morfina. Estas sustancias se usan en medicina para tratar los dolores muy fuertes, porque al entrar al cuerpo llegan a ciertos sitios que se llaman «receptores de opioides», y reducen la sensación de dolor. Pero también son adictivos y pueden matar, o sea que las dosis tienen que ser muy bien controladas (y limitadas).

La morfina y la codeína son opioides naturales, pero también hay otros opioides. La heroína, por ejemplo, es un opioide sintetizado a partir de la morfina. Y así mismo hay opioides sintéticos, fabricados en laboratorio, que buscan «imitar» los efectos de los opioides naturales. Ahí entran la metadona, el tramadol y nuestro querido amigo que es de 50 a 100 veces más potente que la morfina: el fentanilo.

Una crisis cada vez peor

Los gringos han identificado 3 olas de muertes por sobredosis de opioides. La primera fue en los 90, y comenzó porque los médicos se pasaron recetando opioides como la metadona y la morfina para dolor; pero entonces mucha gente se hizo adicta, y los comenzó a consumir en exceso. La segunda fue en el 2010, por la heroína. Y la última, que es la que tenemos ahora y está cada vez peor, empezó en el 2013.

Para ese año, los emprendedores del narcotráfico comenzaron a inventar con opioides sintéticos, especialmente el fentanilo. Arrancaron a mezclarlo con heroína, cocaína y pastillas para mejorar la «fidelidad» de sus clientes. Y últimamente, han descubierto que la xilacina –también conocido como tranq, un potente sedante para animales– es una manera barata y rápida de alargar los efectos del fentanilo.

El resultado de todo esto es que se estima que desde 1999 hasta el 2020, más de medio millón de personas murieron en EE. UU. por sobredosis de opioides. De la pandemia para acá, eso solo ha empeorado. En el 2021, como 70 000 muertes se le achacan al fentanilo; en el 2022, unas 110 000. En el 2023 los números van peor. El gobierno gringo estima que las sobredosis de opioides le cuestan al sistema de salud más de 1 billón de dólares al año.

Haya o no haya

En lo que se ponen de acuerdo sobre si aquí ya tenemos el problema o no, debes saber que existe un antídoto para la sobredosis de fentanilo. No es una pócima mágica, sino una sustancia que se llama naloxona. La idea es que en cada clínica hospital haya de eso, y en casos muy extremos, hacer como en Estados Unidos, que la liberaron para la venta en la farmacia más cercana. Incluso, Estados Unidos está donando naloxona a la Cruz Roja en Tijuana, México, porque tienen una crisis de opioides también donde reportan entre 10 y 15 casos de sobredosis al día. Ahora los paramédicos tienen que andar equipados con estos atomizadores nasales de naloxona (irónicamente es por la nariz que se mete).

Imagen del día

Si el primer tema no fue suficiente para que te sintieras orgulloso de nuestro Congreso, chequea esta foto que le tiró el diputado Eugenio Cedeño a uno de sus colegas en plena sesión. Esta media probablemente estaba nueva cuando los Senadores mandaron el grupete de proyectos de ley que están engavetados, y mira por dónde va.

La cifra del día

5500

Los kilómetros que recorrieron 4 hombres desde Nigeria hasta Brasil escondidos en el compartimiento del timón de un barco. Si un viaje en yola a Puerto Rico es peligroso —que son más o menos 112 kilómetros, dependiendo de donde salga la yola— imagínate la travesía de estos turpenes (de los cuales 2 no saben nadar, porque YOLO), quienes duraron 13 días cruzando el Océano Atlántico. Las autoridades brasileñas dicen que los polizontes están saludables y en un hotel mientras preparan todo para enviarlos en un nuevo viaje, en mejores condiciones, pero de regreso a su país.