¡Buenos días!
Hoy es martes 17 de octubre

Y es el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza. Y aunque sientas que tu crisis económica no resistirá hasta el doble sueldo, que tengas acceso a este Brifin significa que no estás tan mal como la de unos 700 millones de personas en el mundo que viven en condición de pobreza extrema (que cuentan con 100 pesos al día o menos). Pero no todo es dinero, porque este indicador también toma en cuenta la falta de acceso a servicios esenciales y oportunidades que permitan a las personas salir de la pobreza. En RD hay más de 400 000 personas que viven en pobreza extrema y casi 3 millones viven en pobreza general.

Hablemos de fronteras

Los dos líos de los que venimos hablando todos los días desde hace semanas, ahora tienen algo en común: la conversación gira en torno a una frontera cerrada. En el caso nuestro, es obvio de cuál frontera se está hablando. En el lío entre Israel y el grupo palestino Hamás, todos los ojos ahora mismo están puestos en la frontera de Rafah, que une la Franja de Gaza con Egipto. Arranquemos con esa, que está más lejos.

La de allá: una única salida

Como te contábamos ayer, Israel mandó a los civiles de la Franja de Gaza a irse de ahí antes de que empiece el verdadero reperpero. Pero solo hay tres posibles salidas de Gaza: cruzar para Israel, que está descartada por razones obvias; coger para el mar, que quizás sea una opción para los pocos que tengan acceso a barcos; o cruzar hacia Egipto por la frontera de Rafah.

Solo hay un pequeño detalle: Egipto tiene muy poco que ver con el lío. Y ahora mismo tienen una situación muy difícil, porque se están amontonando miles (y en un momento serán cientos de miles) de palestinos de un lado, y del otro hay cientos de camiones que esperan impacientemente para entrar con la necesitada ayuda humanitaria.

La complejidad de la Frontera de Rafah

Pero resulta que la frontera de Rafah no es un paso abierto permanentemente, sino por temporadas. Solo lo abren para algunas situaciones especiales, así que no es como que está preparada para un cruce masivo de personas y vehículos. Pero eso es lo de menos, porque se le buscaría la vuelta. Además, medios han informado que Israel ha bombardeado unas carreteras del cruce de la frontera.

Hay varias razones por las que Egipto no termina de abrir, aunque se había dicho que lo harían ayer. Una es que tienen miedo de que entren militantes de Hamás y armas por ahí, así que es un asunto de seguridad nacional. También existe la posibilidad de que la gente que entre no vuelva a salir, y eso se convertiría en una crisis migratoria. Por otro lado, tienen a Israel presionándolos para que no abran, porque así mantienen «acuartelado» a Hamás. Y además, Egipto tiene su propia inestabilidad política, y no es que tengan muchas ganas de echarle más leña al fuego.

Las narices de Estados Unidos

EE. UU. está metido de lleno tratando de buscarle un bajadero al asunto. El secretario de Estado, Antony Blinken, estuvo por allá todo el día ayer (incluso hubo un momento en el que tuvo que meterse a un búnker por una alerta de bomba). Desde allá dijo que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, está de acuerdo en hacer un plan para que llegue la ayuda humanitaria a Gaza. Y bueno, se supone que eso estaría resuelto desde ayer temprano, pero no fue sino hasta la noche donde se ha informado que Israel está permitiendo la salida de camiones con ayuda humanitaria hacia la Franja de Gaza. De todas maneras, el mismo Joe Biden va para Israel mañana, si se acuerda.

¿Hay esperanza?

Depende de qué esperas. Irán ha dicho que Hamas está dispuesto a liberar a los rehenes en Gaza, pero si Israel detiene sus ataques aéreos. En otras declaraciones, Hamás dice que pueden liberar a los rehenes si Israel libera a los 6000 prisioneros palestinos, como un pasando y pasando.

Pero ni siquiera la liberación de rehenes garantiza la paz total. En el Brifin estuvimos invitados a un encuentro con el embajador de Israel, y se dejó claro que la prioridad número uno para Israel es la eliminación de Hamás como amenaza militar, y que no van a parar hasta lograrlo. Puedes ver el video completo aquí.

La de aquí: hoy sí, mañana no

Los haitianos están como el chofer de Uber que anda buscando una dirección: con una indecisión terrible. Después de que nos hicieron el fo durante días y mantuvieron sus puertas cerradas, finalmente cruzaron el domingo y decían que el lunes ya continuaría el comercio como acostumbrado (aunque con muchas más regulaciones, como parte de la «nueva normalidad» de la frontera).

Pero adivina qué: volvieron a dejar las puertas cerradas, tanto en Pedernales como en Dajabón, y dejaron con el moño hecho a los comerciantes de aquí, que incluso se abastecieron para atender el mercado como suelen hacer. El presidente del Senado dijo que el transporte y el comercio «se van a restablecer en las próximas horas», pero ya el gobierno haitiano ha demostrado que con ellos nunca se sabe con certeza.

Y ya que estamos: ayer llegó la misión técnica de la OEA, que evaluará la ilegalidad –o no– del canal que construyen los haitianos. Pero el presidente Abinader ya confirmó que la frontera seguirá como está, aunque paren la construcción del canal ahora mismo. Y en cuanto a lo de mantener las fronteras cerradas, básicamente dijo que nosotros seguiremos en la disposición de que se hagan los mercados –con las nuevas reglas, claro– y de ahí para allá que hagan lo que entiendan más conveniente.

La cifra del día

120 mil bombillos

¡Y de LED! Los que van a poner las autoridades, por el país entero, en las zonas donde los delincuentes se están dando más gusto acabando con la gente porque están oscuras. Estamos claros que la luz no frena la delincuencia, pero andar por lo oscuro también se la pone más fácil.