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Hoy es jueves 17 de octubre

Según las métricas que nos da Spotify, El Brifin Podcast tuvo casi 700 mil impresiones en los últimos 30 días. Esa es la cantidad de veces que nuestro pódcast apareció en las pantallas de los usuarios dentro de la app de Spotify, sin importar si interactuaron con él o no. Y bueno, todo esto para decirles que vendemos empanadas. Mentira, si quieres que tu marca o la de tu cliente aparezca en Spotify junto a nuestro logo, escribe a [email protected] para que sientas el brillo. Ahora sí, a lo que vinimos.

Es que todo es negocio

Las relaciones entre RD y Haití están más frías que la tapa de un inodoro en una madrugada de invierno. Después de salir a quejarse en varios organismos internacionales por las deportaciones, que consideran «brutales y racistas», ahora supuestamente el gobierno vecino se está planteando poner una puerta del lado haitiano y cerrar la frontera de Dajabón para que no pase nada ni nadie. Eso es precisamente lo que haría RD para controlar la inmigración al máximo, y se pudiera dar a entender que ellos lo harían para lo contrario: evitar la repatriación. 

Pero no tiene mucho sentido, porque hay otras fronteras que quedarán abiertas. Aparte de eso, en teoría ningún país puede prohibirle la entrada a sus propios ciudadanos. Lo que queda es el cierre del comercio, que sí podría ser una «venganza» por las deportaciones, porque en situaciones normales por la frontera de Dajabón pasan para allá más de 400 millones de dólares en comercio cada año. Para los pequeños comerciantes del lado dominicano, es catastrófico, porque muchos dependen de la exportación o de los mercados binacionales bisemanales.

Es por ahí que va

Parece, porque a mediados de septiembre también habían anunciado que a partir del 1 de octubre, todo producto alimenticio preenvasado que fuera importado hacia Haití, tenía que tener ciertas normas de etiquetado en francés o creole. Eso está excelente por temas de salud, pero está raro que el gobierno haitiano esté pensando en cosas como esa cuando no se sabe si son ellos que gobiernan o las bandas, y el 50% de su gente come lo que pueda encontrar cada día.

Además, en tiempos de paz y fronteras normales, alrededor de un 30% de las importaciones de Haití provenían desde aquí de RD. En la frontera, esa dependencia es mucho mayor y en algunos casos casi total. Y no es verdad que todos los comerciantes dominicanos que les venden están en condiciones de implementar ese etiquetado. Así que luce más presión que otra cosa. Por eso, la medida estaba supuesta a entrar en vigencia el 1 de octubre y todavía nadie ha pedido la primera etiqueta, y ahora fue que vinieron a anunciar que habrá 3 meses más de prórroga.

No se sabe qué más pueden hacer, pero ayer el gobierno haitiano volvió a decir que piensa tomar medidas por las deportaciones.

Aprovechando el caos

Mientras a nivel de gobierno, RD y Haití siguen con su tira y jala por las deportaciones y el comercio, en el terreno se siguen destapando los meneos de la eterna mafia de tráfico de personas por la frontera. En los últimos días, han agarrado a varios compatriotas con indocumentados haitianos en sus vehículos, y solo ayer sometieron a 4 a la justicia por lo mismo. Pero esos son chivitos jartos de jobo, porque cuando ves que el exencargado de Migración de la frontera de Jimaní fue apresado en el 2022 y acaba de ser condenado a 10 años de cárcel, es porque la corrupción en la frontera funciona en toda la estructura.

El que no grita, no…

Todo el mundo sigue haciendo su diligencia. Por un lado, los medios siguen inundados de artículos noticiosos hablando de cómo la «modernización fiscal» le dará a x o y sector de la economía. Por el otro, los desfiles de la Fashion Week le quedaron cortos a la cantidad de representantes de sectores que desfilaron ayer por el Congreso. Ese fue el segundo día consecutivo en el que los diputados se la pasaron recibiendo gente, y todavía ni siquiera han empezado las vistas públicas, que están programadas para hoy.

Pero hay un sector que no estaba en el Congreso, y hasta ayer no había aparecido en los medios: los motoristas. Parece que nadie se había dado cuenta, pero en la propuesta de «modernización» se está contemplando un aumento de 500 a 1200 pesos anuales por las placas. El gobierno no solo busca más dinero, sino aprovechar para regular los motores, algo a lo que nadie le ha podido entrar.

No cojo esa

Los motoristas ya se quejaron (bueno, los pocos que pagan anualmente), y ese sí es un sector complicado de echarse en contra. Solo tienes que mirar los números: en enero de este año, según los registros del gobierno, en el país había casi 3.3 millones de motocicletas. Eso es más de la mitad (un 56.7%) de todo el parque vehicular, y casi el doble de la cantidad de carros y yipetas de uso privado.

La cifra del día

900 mil pesos

Lo que le iba a pagar el Ministerio de Administración Pública a Frank Ceara por remasterizar y cantar el «himno a la calidad» —que él mismo había creado— durante el evento de aniversario del Premio Nacional a la Calidad, porque al himno a la calidad aparentemente le faltaba algo de calidad todavía y querían asegurarse en el Ministerio de Administración Pública que todo se hiciera con calidad. Pero entonces salió esa noticia en los medios y al final tuvieron que cancelar la contratación. Y esas son las que salen.