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El pleito que no parece acabar Hamás

Hace unos años —en el 2021 para ser específicos— hablamos del lío que hay entre Israel y Palestina. La pelea de estos dos estados, por tierras que cada uno reclama como suya, tiene más tiempo que la vida de Matusalén, y recientemente se volvió a encender la llama.

Lo que no nos imaginábamos en el 2021, es que este lío se iba a poner del tamaño que está ahora. El 7 de octubre pasado, el grupo terrorista Hamás lanzó un ataque sorpresa contra Israel en el que murieron más de 1400 personas, en su mayoría civiles, incluidos niños. Los videos andan por ahí, de seguro los viste. El caso es que Israel ha devuelto el ataque con toda la fuerza, sin intenciones de parar hasta que no quede nada del grupo Hamás, aunque también muera gente inocente.

El mundo se debate ahora mismo entre si Israel tiene derecho a defenderse o si el ataque de Hamás fue justificado. Lo que nadie debate es lo trágicas que son las fotos de los niños de lado y lado. Revisemos, lo más breve posible, cómo llegaron hasta aquí.

¿Quién fue primero?

Aunque el pleito actual comienza añales después con el sionismo —del que hablaremos luego—, muchas de las bases que «justifican» los ataques vienen de creencias religiosas.

Las tierras que ahora pertenecen a Israel y Palestina, por mucho tiempo —desde el siglo XI a.C. según la tradición judía— fueron habitadas por tribus hebreas, quienes creían que ese lugar era la Tierra Prometida que Dios le regaló a Abraham. Ahí aguantaron varios siglos de fuete y peleas por el territorio, hasta que en el año 135 d.C. los romanos los dominaron, expulsaron a los judíos y le cambiaron el nombre a la región completa y le pusieron «Siria Palestina». Esto como forma de molestar a los judíos porque el título «Palestina» es un derivado de sus enemigos, los filisteos —pəlištīm—.

Y como se fueron de Villa…

Perdieron su silla. Porque en los tiempos de conquista islámica, los musulmanes llegaron a Palestina y tumbaron al Imperio Bizantino que se había adueñado del lugar. A partir de ese momento comenzaron los casi 13 siglos de dominación musulmana en la zona.

Todo ese tiempo de dominación dejó la tierra Israel-Palestina llena de musulmanes y con muy pocos judíos. La religión predominante era la islámica, la cultura era muy árabe y todos eran o musulmanes o turcos otomanos —conquistadores—. O sea, que por ahí quedaba muy poco rastro de que dominaron los judíos.

Y aquí comienza el lío

En 1881, muchísimos judíos decidieron salir de Europa porque ya estaba creciendo la semillita antisemita (discriminación a los judíos) y vieron como buena y válida la idea de volver a su «Tierra Prometida». A esta primera ola de inmigración se le conoce como «aliyá» que es la inmigración judía a la Tierra de Israel. Comenzaron a comprarles tierras a las autoridades otomanas y a ir poblando la zona chin a chin.

Después, entre 1904 y 1914 y gracias al sionismo (una ideología que busca crear un Estado para el pueblo judío preferiblemente en las tierras de Israel), se produjó la segunda aliyá y llegaron a Palestina (en ese entonces) por lo menos 40 000 judíos.

Gran Bretaña y su lío

La situación se complicó todavía más cuando, durante la Primera Guerra Mundial, Gran Bretaña hizo promesas, a veces contradictorias, a judíos y árabes. Con la Declaración Balfour de 1917, el gobierno británico expresó su apoyo al establecimiento de un «hogar nacional judío», sin detallar qué implicaría esto para la población árabe mayoritaria.


Y para rematar, luego se produjeron tres olas más porque el antisemitismo europeo estaba cada vez más fuertel. Especialmente con eventos como los pogromos y luego el Holocausto, que fueron factores determinantes para que los judíos decidieran volver a su Tierra Prometida.

Un paréntesis: si leíste pogromo arriba, este término es de origen ruso, y se popularizó para describir las violentas oleadas anti-judías que tuvieron lugar en el Imperio Ruso en el siglo XIX y principios del XX. Sin embargo, el concepto puede aplicarse a episodios similares en otras partes del mundo y en otros tiempos.

Quítate tú pa’ ponerme yo

Ya había pasado la Segunda Guerra Mundial. En 1947, después de muchos acuerdos que no llegaron a nada y después de una guerra fuerte por darle territorio a los judíos —sobre todo buscando apagar el fuego que dejó el Holocausto— las Naciones Unidas lograron dividir esas tierras en dos estados similares, dándole un 43,7% del terreno al Estado árabe y un 53,6% al Estado judío. Y un año después, en 1948, Israel se tomó a pecho la palabra de la ONU y declaró su independencia en esos territorios.

Primera división territorial propuesta por la ONU - Estado árabe (Espacios amarillo) y Estado judío (Espacios naranja) - Fuente: Recortes de Medio Oriente

La independencia de Israel solamente llevó a que toda la región y los demás estados árabes dividieran con los judíos y hasta se enfrentaron. Así que entre 1948 y 1973 se armó la guerra árabe-israelí; Egipto, Jordania, Siria, Irak se metieron a defender los terrenos de ellos y los de Palestina. Se armó el titingó, se dijeron hasta del mal que se iban a morir y al final, con la guerra del Yom Kipur, Egipto, Jordania e Israel firmaron la paz, los demás dejaron eso en «tu verá que tú va vei» y se calmó la cosa por un rato.

Última división oficial de los Estados árabes y judíos, 2005 - Estado árabe (sombreado oscuro) y Estado judío (sombreado claro) - Fuente: BBC

Lo tuyo es mío y lo mío ¿tuyo?

Uno de los problemas más grandes es que Israel tiene de su lado a grandes grupos internacionales después de declarar su independencia y su Estado tiene demasiado terreno para el gusto de los palestinos.

Por el lado espiritual, los judíos quieren tener el control sobre Jerusalén —que queda en el mismo medio—, por considerarlo tierra santa. Los palestinos también quieren ese pedazo porque también lo consideran tierra santa para ellos.

Para rematar, los judíos se han metido poquito a poco en Jerusalén, que según acuerdos internacionales es terreno neutral. Han puesto asentamientos que se consideran ilegales. Y por el otro lado, el control de Israel sobre gran parte del territorio ha obligado a muchos palestinos a huir y refugiarse en otros países.

Una sorpresa que Hamás olvidarán

Como ya sabes, el 7 de octubre Hamás lanzó miles de cohetes contra Israel desde varios puntos de Gaza, también se metieron por tierra a Israel, capturando a decenas de rehenes y matando a más de 1200 israelíes. En respuesta, Israel declaró la guerra y empezó con ataques aéreos contra Gaza, matando miles de palestinos más, desplazando a más de 340 000 e impusieron un cerco total sobre toda la Franja, sin permitir la entrada de alimentos, agua, electricidad y otros suministros vitales.

Ayer se informó que al menos 4137 palestinos habían muerto y más de 13 000 habían resultado heridos por los bombardeos de Israel en la franja de Gaza. Eso no se termina ahí: el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, insinuó que pronto podría comenzar la ofensiva terrestre contra el territorio controlado por Hamás. Egipto comenzó a pavimentar y reparar el camino del paso fronterizo de Rafah, que conecta la península del Sinaí con la franja de Gaza, para permitir el paso de 20 camiones de ayuda humanitaria.

El hospital

Lo último que le echó gasolina a este fuego, fue la explosión en un hospital de Gaza en la que murieron cientos de personas. Ha habido protestas violentas en Cisjordania, Líbano, Jordania o Turquía, en las que los manifestantes se han enfrentado a la policía y han intentado atacar las embajadas de Israel, Estados Unidos o Francia.

Por su parte, Israel ha proporcionado fotos, videos y conversaciones grabadas tratando de probar que no bombardearon el hospital ellos, ni siquiera Hamás, sino que por error lo hizo la Yihad Islámica (otro grupo terrorista en Gaza). Y también dicen que exageraron el número de muertos a propósito. Estados Unidos le cree a Israel junto con una buena parte del mundo. La otra mitad del mundo no les cree, y dicen que Israel se ha inventado todo.

Esto no es muy animoso para el fin de semana, pero era necesario ponerte en contexto. Si llegaste hasta aquí, a lo mejor te interese saber de dónde viene Hamás. Vamos a hacerlo breve.

Hamás

Es una organización con cuatro objetivos centrales:

  • Hacerle frente a Israel: Nacieron en 1987 porque no estaban contentos con cómo Israel estaba en terrenos palestinos y han chocado con ellos varias veces, llevando a cabo múltiples ataques contra Israel.

  • Un hogar para Palestina: Antes querían toda la tierra, pero en 2017, Hamás modificó su postura aceptando la creación de un Estado palestino en Gaza, Cisjordania y Jerusalén Oriental.

  • Lucha armada contra Israel: Ha realizado varios ataques armados contra Israel, incluido el de ahora.

  • Dominio político en Gaza: Controla la Franja de Gaza desde 2007 y aspira a liderar todo el sistema político palestino, incluyendo la Autoridad Palestina y la OLP (Organización para la Liberación de Palestina).

Aunque eso no está entre sus estatutos y objetivos escritos, es importante mencionar que Hamás ha sido catalogado como grupo terrorista por Israel, Estados Unidos, la Unión Europea, Reino Unido, entre otros.

Fuentes consultadas

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