¡Buenos días!
Hoy es miércoles 22 de enero

La vagancia tiene varios niveles. No siempre se trata de quien haga menos en un trabajo específico para vivir a costilla de quien tiene la vergüenza suficiente para que todo quede bien. También somos casi todos culpables de ser vagos a la hora de ver una información en las redes y enviarla a todas partes sin el mínimo esfuerzo de averiguar si es verdad. De hecho, hay algunos que se atreven a mandarlas en un grupo y decir «no sé si es verdad, pero por si acaso». Eso es casi lo mismo que decir «lo vi yo, pero averigüen ustedes». Y eso, para algunos, es otra manera de faltarnos al respeto.

Friendo y comiendo

Empezó la era Trump 2.0, o como él le ha venido llamando en los últimos días, la «era dorada» de EE. UU. Aunque realmente eso lo sabremos después que se acabe su gobierno, pero empezó con fuerza, con una avalancha de decretos que van orientados a una de dos cosas: borrar parte del legado de Biden, o cumplir algunas de sus promesas de campaña. La mayoría de estos decretos implican cambios radicales, que impactarán no solo a los gringos, sino a todo el mundo. Vamos a ver algunos de los más importantes:

Cierre con candado… y guardias

Trump basó gran parte de su campaña en la inmigración ilegal, así que no fue sorpresa que declarara «emergencia nacional» en la frontera y de una vez arrancara con varias medidas para frenar la llegada de inmigrantes indocumentados. Estas son:

• Vuelve el «Quédate en México», que es la política de mandar a los solicitantes de asilo a México mientras esperan decisión sobre su caso.

• Canceló el programa CBP One, que era la aplicación por donde la gente llenaba un formulario y hacía su solicitud de una cita en la frontera. La mayoría de la gente lo hacía desde México, y ahora se quedaron lan lan porque todas las citas agendadas fueron canceladas.

• Anunció medidas fuertes contra las ciudades «santuario», que son los lugares donde las autoridades municipales no pueden arrestar, detener, citar, investigar o mandar para otro lado a nadie, aunque esté ilegal. Nueva York y Chicago son ciudades santuario, por ejemplo.

• Mandará tropas del ejército para la frontera, por ser un tema prioritario de seguridad nacional. Además, seguirá construyendo el muro.

• Meterá más dinero para deportar a los inmigrantes indocumentados, incluso aquellos con delitos menores como robos (aunque no hayan sido condenados por ello).

• La «migra» podrá hacer redadas en lugares como iglesias, escuelas y hospitales, lugares que siempre se han considerado sagrados para eso.

• No recibirá refugiados por 4 meses, porque entiende que hay ciudades que no aguantan un inmigrante más.

• Declaró a los carteles de drogas y a pandillas como la MS-13 como «organizaciones terroristas», lo que permitirá hacer intervenciones militares contra ellos (incluso en otros territorios).

• Volverá a implementar la pena de muerte a nivel federal, o sea, en todo el país. No solo podrían ser sentenciados a muerte los que cometen «crímenes atroces contra la humanidad» o a quienes maten policías, sino para los «migrantes ilegales que mutilan y asesinan a estadounidenses».

Se puede acabar la vuelta

Otra medida que tiene que ver con la inmigración es que Donald Trump quiere la eliminación del derecho a ciudadanía por nacimiento, que quiere decir que a todo el que nazca en EE. UU. le toca su pasaporte gringo, independientemente del estatus migratorio de sus padres. No hay muchos detalles, pero se supone que ni a los hijos de inmigrantes indocumentados ni a los de turistas en tránsito les tocará la nacionalidad. Es decir, que el coro de coger para EE. UU. a parir pudiera complicarse.

Esta es una de las más complicadas para Trump, porque ese derecho está consagrado en la enmienda 14 de la Constitución y allá no es como aquí, que la Constitución se cambia cada vez que a un gobierno le da la gana. Ya comenzaron a caer las demandas en contra de la medida de Trump, y eso no va a tardar mucho para llegar a la Corte Suprema de Justicia.

Los perdono, hijos míos

Trump prometió indultar (o perdonar) a los que asaltaron el Capitolio (el edificio del Congreso de EE. UU.) el 6 de enero del 2021, cuando iban a confirmar a Biden como nuevo presidente. Dicho y hecho: indultó a más de 1500 personas acusadas judicialmente por ese caso, incluyendo a los líderes de grupos extremistas como los Proud Boys y los Oath Keepers, que estaban condenados a 22 y 18 años de cárcel, y a algunos que atacaron a policías. Algunos recibieron un perdón completo que borra todos sus antecedentes, y otros salieron de la cárcel pero se quedan con la mancha en su récord.

No los necesitamos

Esta no fue una medida, sino una respuesta que dio Trump cuando le preguntaron que cómo ve su relación con América Latina y Brasil. «Ellos nos necesitan mucho más de lo que nosotros los necesitamos». Eso le dolió a algunos por estos lados, pero no tanto como les dolió a los cubanos que los haya vuelto a poner entre los países «financiadores del terrorismo», de donde los había sacado Biden hace muy poco.

Cosas importantes

El Donald le cambiará el nombre al Golfo de México, que ahora se llamará Golfo de América. El Monte Denali, que está en Alaska y es la montaña más alta de América del Norte, volverá a llamarse Monte McKinley. Trump entiende que estas minucias ayudarán a EE. UU. a recuperar el lugar que le toca como el país más grande, poderoso y respetado del mundo.

Aquí no se habla español

El que quiera leer cualquier información sobre el gobierno gringo, tanto en redes como en sus sitios web, tendrá que coger un intensivo de inglés, porque otra decisión que tomó Trump fue borrar las cuentas y la página en español de la Casa Blanca. Lo grande es que en EE. UU. no hay idioma oficial.

¿Acabas de asumir mi género?

Trump eliminó los programas de inclusión y diversidad (DEI) en el gobierno, prohibió el uso de la palabra «género» para que se use «sexo biológico», y limitó el reconocimiento de género solamente a «masculino» y «femenino». La opción de género «X» no aparecerá más en programas federales, pasaportes, documentos oficiales, refugios y cárceles. Algunos dicen que también viene otro decreto sacando a las personas trans de las escuelas y del Ejército. Las cirugías de afirmación de género también se irían.

Pues me voy

Trump sacará a EE. UU de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que significa que no aportará más dinero y todo el personal estadounidense tendrá que buscar otra cosa que hacer. Ya lo había hecho en su primer gobierno, pero ahora la razón es la «mala gestión» de la pandemia y el costo que representa la OMS para EE. UU. 

También, al igual que en su primera vez, anunció que EE. UU. se sale del Acuerdo de París. Ese es el trato firmado por casi todos los países del mundo en el 2016, con el que se comprometieron a mantener el calentamiento global a raya. Eso para Trump significa muchas limitaciones a su explotación y uso de gas y petróleo, cosa que él piensa hacer con todos los poderes, porque lo considera una «emergencia energética nacional». Una de las cosas que anunció es que arrancarán a perforar de a mucho en Alaska, buscando petróleo y gas.

The chainsaw

Esa es la motosierra, versión gringa. Trump dejó instalado oficialmente el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), que dirigirán Elon Musk y su combo para reducir considerablemente el tamaño del gobierno. Junto con eso, mandó a parar las contrataciones a nivel de gobierno federal (con algunas excepciones), y los empleados del gobierno tendrán que volver a trabajar de forma presencial y a tiempo completo.

Un chin de farándula

Ni la juramentación de un presidente de EE. UU. se salva de algunos chismecitos y entretenimiento, y mucho menos una tan particular como esta. Vamos con la evidencia gráfica:

Trump fue a darle un beso a su esposa Melania, y no llegó a haber contacto de ningún tipo. Algunos incluso dicen que ella se puso ese sombrero precisamente para que él no alcanzara su cara.

Como firmar decretos en la oficina es muy 2024, Trump cogió para el Capital One Arena, el estadio de Washington donde se juega NBA y NFL, para firmar los primeros ante un público de unas 20 mil personas.

Después del primer baile como pareja presidencial, Trump y el vicepresidente JD Vance fueron junto a sus esposas a cortar el bizcocho, que en esta ocasión tenía de protagonista una representación del avión presidencial, el Air Force One.

Para muchos, Musk aquí hizo un «sieg heil» (significa «salve victoria»), mejor conocido como el saludo nazi. Pero viendo el video completo y poniéndolo en contexto, Elon realmente lo que hizo fue «tirarle» su corazón al público que estaba ahí.