¡Buenos días!
Hoy es martes 22 de octubre

Por ahí dicen que lo que empieza mal, termina mal. Pero todos recordamos a la persona esa que nos parecía horrible en sus formas o desagradable y que hoy es parte de nuestros amigos cercanos. Es decir, que no necesariamente tiene que terminar mal. Aunque sí, también puede terminar mal. La primera acción puede cambiarlo todo, o el “approach”, como le dirían los más modernos. Depende de nosotros dar ese paso, iniciar una conversación o hacer un gesto. Aunque parezca algo pequeño, la manera en la que empezamos tiene el poder de que conozcamos a gente buena, o que la dejemos de conocer; hacer conexiones que no esperábamos o definitivamente, no tener ninguna. 

No hay que evadir el tema

OK, se cayó la «modernización» porque ponía toda la carga sobre los sectores productivos. Mientras no sabemos si viene o no viene de nuevo con algunos cambios, hay varias noticias y números que se mueven a nivel internacional que nos recuerdan que sí debe hacerse, aunque no nos digan cómo. 

¿Y cómo es que estamos?

Con un déficit fiscal (lo que gasta el gobierno por encima del ingreso) que nos tiene ahogados. Con eso hay varios problemas: uno es que, para completar el presupuesto, el gobierno vive cogiendo prestado. Eso no solo aumenta los niveles de deuda cada día más, sino que al aumentar la deuda también van aumentando los intereses de esos préstamos. Por eso, hoy en día 1 de cada 4 pesos que ingresa el gobierno, se van en pago de intereses de los préstamos. Y llegará un día en el que simplemente no podremos coger más prestado.

Lo otro es que, con los gastos actuales del gobierno, no queda dinero para gastar en las cosas que realmente son importantes. Por eso, no solo a la economía se la puede llevar el diosn’t, sino que puede llegar un momento en el que los servicios básicos se deterioren al máximo por  simplemente el gobierno no tener dinero para mantenerlos.

Las primeras consecuencias

Ya se vieron los primeros efectos de haber tumbado la reforma y haber vuelto a la posición anterior. Ayer, Bloomberg publicó un artículo hablando de cómo los bonos dominicanos cayeron en picada en los mercados internacionales. 

Un bono es básicamente un préstamo por parte de inversionistas. Cuando alguien compra un bono, está prestando dinero con la promesa de que en un futuro se le pagará para atrás con intereses. Imagina que el gobierno dominicano emite un bono que cuesta 100 dólares. Un inversionista compra ese bono, lo que significa que le está prestando 100 al gobierno, y a cambio, el gobierno le promete devolver esos 100 con una moñita por encima en, por ejemplo, 10 años.

Al caerse la reforma, los inversionistas amanecieron preocupados sobre el futuro fiscal del país, y de su capacidad para pagarles los bonos. Por eso, algunos inversionistas comenzaron a vender sus bonos, aunque fuera por algo menos que lo que los compraron, y eso baja el valor de esos bonos en los mercados internacionales. Por ejemplo, el que compró a 100 se preocupó y vendió a 95.

Fiscal no significa impuestos

O al menos no solamente eso. No se sabe con qué alternativa vendrá el gobierno, si con otra propuesta de reforma (el presidente dijo ayer que no hay otra), una reducción considerable de los gastos no esenciales, o la opción que está tomando cada vez más fuerza: cayéndole atrás a la evasión fiscal. Y esto parece lógico porque, según declaraciones de agosto de este año, el gobierno está perdiendo (o dejando de recaudar) unos 600 mil millones de pesos cada año, por la evasión al ITBIS y al Impuesto Sobre la Renta. Eso es un 5% del Producto Interno Bruto, que es el tamaño total de la economía.

La evasión al ITBIS está en 45% (o sea, se dejan de recaudar 45 pesos por cada 100 que se deberían recaudar de ITBIS), y en otros países de la región anda entre 20% y 40%. La evasión al Impuesto Sobre la Renta es peor, porque ahí andamos por 62%. El promedio de evasión al ISR de Argentina, Colombia, México, Panamá, Costa Rica y Brasil es de 35%, y ninguno pasa de 50%.

Es verdad que reducir la evasión no es fácil, pero ¿será imposible? Con la reforma fiscal se buscaba recaudar 122 mil millones más al año. Si los números no nos fallan, bastaría con bajar la evasión en apenas un 20%, a unos 480 mil millones al año, para conseguir esos 122 mil millones que nos querían sacar a todos de las costillas. Y eso, que esos números son sin hablar de reducir el gasto público.

¿Ya llegaste al trabajo?

Recientemente, la gente de Gallup publicó un informe que se llama State of the Global Workplace 2024. La traducción de eso sería algo así como «Estado del Lugar de Trabajo Global», y básicamente es una encuesta que mide la parte emocional y de satisfacción de los trabajadores, con partidas como estrés, tristeza, ira y compromiso.

Ya estoy estresado

El estrés en el trabajo es un fenómeno mundial y Latinoamérica no es la excepción. En el informe de este año, salió que el 44% de los trabajadores reportó sentirse estresado diariamente en el trabajo. Eso es un 3% más que el año anterior, y también un 3% más que el promedio mundial, que es de 41%.

Pero en RD estamos especialmente estresados, porque en nuestro caso fue el 51% de los empleados que dijo sentirse estresado a diario. Ahí quedamos en segundo lugar en toda América Latina, solo por detrás de Bolivia y empatados con Costa Rica. Quiere decir que más de la mitad de la fuerza laboral del país está en niveles preocupantes de presión y cansancio.

El trabajo no es el problema

Vivimos estresados, pero no se nos va la sonrisa ni nos fajamos a las trompadas en los trabajos. La encuesta también mide la tristeza y la ira en el lugar de trabajo, y nosotros en esas dos partidas no salimos ni siquiera en los primeros 10 lugares. Quizá por eso también nos fue bien en el último ítem, que tiene que ver con qué tan comprometido está el trabajador con su empresa. Ahí salimos en cuarto lugar de toda la región, solo por detrás de El Salvador, Panamá y Costa Rica. A lo mejor el estrés de los dominicanos es por todo lo que tiene que pasar para llegar al trabajo, conseguirlo, mantenerlo y que le rinda el dinero.

Imagen del día

Este es el único cemí taíno de algodón que hay en el mundo. Vive en Italia, pero nos lo prestaron por 6 meses y será exhibido en el Museo del Hombre Dominicano. Los taínos usaban los cemíes (o zemíes) para representar a un espíritu ancestral o a un Dios, y los hacían de distintos materiales. 

La cifra del día

1 millón de dólares al día

Este es probablemente el giveaway más grande que hayas visto. Eso está ofreciendo Elon Musk: 1 millón al día desde aquí hasta las elecciones, que están a 15 días, a una persona elegida al azar que firme una petición online para apoyar la Primera y la Segunda Enmienda de la Constitución de EE. UU., que protegen los derechos a la libertad de expresión y la posesión de las armas. Para participar, los que firmen deben ser votantes registrados en uno de los 7 estados que decidirán las elecciones (Pensilvania, Georgia, Nevada, Arizona, Michigan, Wisconsin y Carolina del Norte).

Como Elon está apoyando a Trump, y de hecho su organización America PAC ya ha donado unos 75 millones a la campaña, ahora hay políticos y abogados diciendo que ofrecerles dinero a votantes registrados podría ser ilegal.