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Alquilado, pero ¿a qué costo?

La Cámara de Diputados aprobó en primera lectura la propuesta de ley para regular los alquileres de bienes inmuebles. Aplican las propiedades que sean para vivienda o negocio: casas, apartamentos, locales y cosas así. No aplican los solares no mejorados, pensiones y hospedajes, zonas francas, parqueos, bienes del Estado, etc. No queda claro si los alquileres por AirBnB y los otros servicios digitales de ese tipo entran de alguna manera, pero se entiende que estarían regulados por una ley aparte.

¿A partir de cuándo?

Todavía, pero te avisamos. El proyecto fue a una comisión de diputados que tendrá que decir si está todo bien o hay observaciones, para entonces someterlo a una segunda lectura. Después de ahí pasaría al Senado. Pero a diferencia de otros proyectos de ley que andan por ahí, es más probable que se te quede trancado el carro ahora mismo a que ese proyecto se tranque en el Congreso porque uno de los proponentes es Alfredo Pacheco, que le tiene un cariño especial porque lo viene trabajando desde hace mucho tiempo. Además, la comisión a la que lo mandaron fue la misma que lo estudió.

Este proyecto es importante, porque aquí se ha estado manejando ese tema en base a un decreto de la era de Trujillo que está totalmente desfasado, y apenas en el 2018 fue que se empezó a mover una propuesta de ley en el Congreso.

Estas son algunas de las cosas que están puestas en la propuesta de ley:

• El propietario solo podrá cobrarle al inquilino un mes de depósito, que a su vez servirá como pago por adelantado del primer mes. Aquí la cosa se ha puesto que te cobran 2 meses de depósito como si no fuera nada, y encima también hay que pagar el primer mes.

• El propietario tampoco podrá poner en el contrato dizque «solo extranjeros» o «no extranjeros», que es una práctica que también se ha hecho popular.

• El propietario no puede alquilar sin el consentimiento de los demás copropietarios.

• El propietario tendrá que entregar recibos de los pagos.

• Los gastos legales del contrato de alquiler serán compartidos entre el arrendador y el inquilino.

• Pone nuevas reglas para el procedimiento de desalojo, que arranca cuando hay una intimación o denuncia, y luego entra en un período de conciliación que les da un tiempo a las partes para entenderse antes de tener que poner las cosas en manos de la justicia.

• También están las obligaciones de los inquilinos y lo que no pueden hacer, y cuáles castigos se le aplicarán al que no cumpla con la ley.

Un grave problema

Como te darás cuenta, esta ley podría resolver muchas de las quejas que hay en la actualidad con el tema del alquiler de las viviendas. Desde hace tiempo, los propietarios tienen un verdadero dolor de cabeza para desalojar a los inquilinos que no pagan. Los dueños solo pueden hacerlo si consiguen una sentencia judicial y luego es que les dan luz verde para usar la fuerza pública.

Y la fuerza pública sí se usa. Hay unos lineamientos recientes en una ley del 2019, pero ese no es el problema mayor. El lío es que conseguir esa sentencia de desalojo es un calvario. El proceso te puede poner viejo yendo a los tribunales, y hay casos que han durado hasta 15 años. Lo grande es que hay que esperar obligado, porque los dueños que intentan sacar a un inquilino sin una orden legal pueden recibir de 3 a 10 años de cárcel. Y aunque la ley también permite que los dueños recuperen los pagos atrasados, la mayoría de la gente prefiere dejar eso así cuando salen de ese saco de sal.

Seamos más serios

Si alguna vez has escuchado que la industria de la comida y la farmacéutica en Estados Unidos tienen los mismos intereses, pues a lo mejor no sea una teoría tan loca, especialmente cuando vemos la carta que envió ayer un senador gringo al Departamento de Salud y Servicios Humanos, y también al Departamento de Agricultura. En su carta, el senador Chuck Grassley pone en la mesa algunas preocupaciones difíciles de tragar sobre el proceso que hay para recomendarle a la población qué comer.

Vamos a bajarle dos

Lo que plantea Grassley es tan serio, que quiere que se detenga el trabajo en las nuevas Guías Alimentarias 2025-2030, hasta que todo el mundo se ponga en regla. Sucede que la Academia Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina (NASEM) dijo en un informe del 2017 que se necesitaba más transparencia. Es decir, que si alguien de los que están ayudando a hacer las guías alimentarias se beneficia de ellas, entonces debería hacerlo público. Eso se llama conflicto de intereses, y el senador piensa que se están haciendo los locos con esta recomendación.

Dígame si usted gana algo con eso

El problema con esto es que si desde el mismo gobierno le recomiendan a la gente lo que deberían comer, y quienes lo hacen parece que tienen beneficios de la industria de alimentos de manera directa o de manera indirecta. Si esto fuera cierto, pues claro que podrían recomendar algunos alimentos, no porque sean los más saludables, sino porque benefician a las empresas que les pagan.

Imagínalo de esta manera: si vas donde un doctor y te dice que debes consumir una proteína en polvo que venden en la farmacia de la esquina, de seguro que te gustaría saber si el médico es dueño de la farmacia o distribuidor de la proteína. Por eso, el senador quiere que todo el mundo sea honesto acerca de a quién conocen o de quién están recibiendo dinero. De esta manera, se podrá estar más seguro de que las reglas están siendo escritas para mantener a la población más saludable, y no para llenar los bolsillos de alguien más.

Y no se queda ahí

Según el senador, cada persona en el comité que está ayudando a hacer las recomendaciones de comida tiene que hacer un informe sobre su dinero: de dónde viene y a dónde va. Estos informes normalmente son secretos y la gente no tiene acceso a ellos, pero el senador dice que al menos en el Congreso deberían tener acceso.

Es grave

Es curioso que el senador también sea agricultor. Pero mientras tanto, médicos, profesores y periodistas reconocidos aplauden esa carta. Dicen que es preocupante que el Comité de Guías Dietéticas del USDA aún no cumpla con las recomendaciones hechas por la gente que verdaderamente sabe de eso: la Academia Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina (NASEM). Esta preocupación no es inventada. Según la periodista de ciencias Nina Teicholz, el 95% del último comité tenía al menos un vínculo con la industria alimentaria y/o farmacéutica. Y claro, dicen que estas guías necesitan transparencia para servir a la gente, no a las corporaciones.

Imagen del día

¿Recuerdas esta foto? Este es Richard Barnett, que aprovechó la oportunidad y se sentó como un pachá en el escritorio de la expresidenta de la Cámara de Representantes de EE. UU., Nancy Pelosi, el día del asalto al Capitolio cuando iban a juramentar a Biden como presidente. Richard pasará a la historia por esta foto, y de paso pasará también 4 años y medio en la cárcel por antojao.