Mucho mejor que el libro Nacho

El sistema educativo finlandés es considerado uno de los mejores del mundo entero. Aparte de ser excelente, los estudiantes reciben educación cómoda y gratuita. Esto no es una indirecta para ningún sistema educativo, pero…

El cuento no siempre fue así

Finlandia dejó de ser el Gran Ducado de Finlandia cuando se independizó del Imperio Ruso en 1917. Para ese tiempo, las leyes no exigían que los muchachos estudiaran. Y con razón, en el nuevo país la mayoría era pobre y sobrevivían de la agricultura.

Muy rápido, después de su independencia, se dieron cuenta de que necesitaban resolver el tema de la «fractura lingüística» o la falta de educación fuerte que tenían en Finlandia. Entonces en 1921 crearon la ley de educación obligatoria y hasta la pusieron en la Constitución, para darle más carácter a la palabra «obligatoria».

El proceso de la ley

Finlandia decidió que la entrada a la escuela se haría de forma gradual. Por eso, la ley primero abordó que todos los niños completaran la educación primaria hasta el cuarto año; así que desde los 6 hasta los 10 años, todos los niños tenían que ir a la escuela. Y luego, en 1956, se aprobó la Ley de Educación Primaria, que obligaba a los estudiantes a cumplir con la educación hasta sexto de primaria.

El proceso de reforma educativa terminó en la década de los 70, imponiendo la educación obligatoria dividida en dos niveles: el inferior, que dura seis años y el superior, que dura tres.

¿Por qué son demasiado duros?

El sistema educativo finlandés se basa en hacerle la vida fácil a los estudiantes y a los padres. Es un sistema igualitario, o sea que todo el mundo recibe lo mismo independientemente de la escuela en la que esté. Para que sea igualitario —como son escuelas públicas— el Estado tiene que cubrir una gran parte de los gastos. En el caso de Finlandia: todo; la educación es gratuita hasta los 16 años. Es decir, que ricos, pobres y no tan pobres tienen el mismo acceso a la educación.

Los estudiantes se inscriben en la escuela local más cercana y las clases se dividen en grupos de no más de 20 estudiantes por aula. Otro dato importante es que durante los primeros seis años de primaria los estudiantes tienen al mismo profesor dándole casi todas las clases, para, según los finlandeses, «fomentar la estabilidad emocional y la seguridad individual y de grupo». Otra cosa es lo que tiene que ver con las notas de los estudiantes. No se pone nota, sino a partir del 5to grado. En teoría, es como tener un tutor grupal, o recibir la educación que antes era de élite, pero ahora para todo el mundo.

El mal comío’

No piensa. Y los finlandeses parece que aprendieron eso rápido porque otra de las claves del éxito de su sistema educativo es que los ayuntamientos están obligados a dar una comida a todas las escuelas de su ciudad. El almuerzo escolar es parte del currículum oficial y tiene que suplir las necesidades nutricionales de los estudiantes.

Y no es que sirven disparates, sino que parece un buffet de hotel pero en una escuela. En el menú se puede encontrar: lasaña, cazuela de carne, albóndigas, salsa boloñesa, varitas de pescado y hasta pancakes de espinaca.

Todo suena chulísimo, pero ¿y los maestros?

En Finlandia, usted no puede dar clases ni de Moral y Cívica si no tiene una licenciatura en educación y un máster en magisterio. También tiene que tener varios estudios sobre pedagogía y estar muy especializado en la o las materias que quiere dar.

A diferencia de nuestro país, donde el Ministerio de Educación, en el sistema público, va llenando plazas con maestros aleatorios, en Finlandia, a los maestros los elige la directiva de cada centro educativo, y así pueden armar su equipo de trabajo ‘asigún’ les convenga. También les da la oportunidad de elegir maestros que encajen con el proyecto y visión de cada escuela.

Entonces no hay colegios privados

Sí hay, pero son muy pocos y no tienen autorización del gobierno. Estos colegios privados no tienen ninguna financiación de entidades públicas y ni siquiera pueden dar certificados de estudios. Los estudiantes de escuelas privadas tienen que esperar que la escuela envíe la información sobre sus estudios al municipio y ahí entonces les hacen su récord o certificado de notas.

Nuestras pequeñas diferencias

La gente admira el sistema educativo finlandés no solamente por ser efectivo en el aspecto académico, sino porque también parece que los estudiantes disfrutan ir a la escuela por allá. Aunque Finlandia no ocupa el puesto número 1 en la lista de mejores resultados académicos, sí está dentro del Top 10 global y tienen la ventaja de que los estudiantes van felices y no como que tienen que ir a defender una nación —como pasa en otros países—.

No es por querer comparar a Finlandia con República Dominicana, pero teniendo en cuenta su historia, nos daremos cuenta de que podemos seguir creciendo. En Finlandia, la gente valora mucho ser responsable y disciplinada en su vida, aunque no sean tan religiosos como somos aquí. Las familias creen que deben ser las primeras en enseñar a sus hijos. Por eso, los padres están muy pendientes de cómo les va en la escuela aunque no participen mucho en grupos de padres como en otros países. Respetan mucho a los profesores y enseñan a sus hijos a hacer lo mismo. Además, en casa, los niños ven que sus padres leen mucho, tanto periódicos como libros. Incluso, casi todas las familias (8 de cada 10) van a las bibliotecas con sus hijos con frecuencia.

La referencia global que se usa para medir el crecimiento es el Informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes o Informe PISA que se realiza cada 3 años.

La última edición publicada es el Informe PISA del 2018 donde se evaluaron 3 categorías: habilidad lectora, matemáticas y ciencias. En la primera categoría, habilidad lectora, Finlandia quedó en el 6to lugar con 520 puntos y República Dominicana quedó en el puesto número 76 con 342 puntos.

Lo bueno es que hay categorías en las que es imposible que nos vaya peor, así que solo podemos mejorar, especialmente porque estamos en último lugar. En matemáticas, Finlandia quedó en el puesto número 16 con 507 puntos y República Dominicana en el último puesto (78) con 325 puntos. En Ciencias, Finlandia también ocupa el 6to lugar con 522 puntos y RD otra vez tiene el último lugar con 336 puntos.

En resumen, lo que podemos aprender de los finlandeses:

  • Igualdad: Todos tienen la misma oportunidad de estudiar, no importa si son ricos o pobres.

  • Gratuidad: No tienes que pagar para estudiar, desde que eres pequeño hasta que vas a la universidad.

  • Profesores preparados y valorados: Solo los mejores pueden ser maestros y son muy respetados en Finlandia.

  • Escuelas con libertad: Cada escuela puede elegir a sus profesores y decidir cómo trabajar mejor.

  • Se centra en aprender: En vez de solo dar órdenes, se enfocan en que los niños realmente aprendan.

  • Todos deben estudiar: Todos los niños tienen que ir a la escuela desde los 6 hasta los 15 años, y la mayoría de estas escuelas son del gobierno.

  • Apoyo de los padres: A pesar de tener un buen sistema educativo, la familia finlandesa asume la principal responsabilidad educativa sobre sus muchachos.

Fuentes consultadas

Un saludo especial a nuestros amigos de Pollos Victorina por apoyarnos para que este especial llegue hasta ti.

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