¡Buenos días!
Hoy es jueves 29 de febrero

Un día muy raro, porque solo ocurre cada cuatro años. Los años bisiestos existen porque la Tierra tarda aproximadamente 365 días y 6 horas en orbitar alrededor del Sol. Para compensar esas horas extra, añadimos un día extra al calendario cada cuatro años. Esto ayuda a mantener el calendario sincronizado con las estaciones del año. Por lo particular de este mes, es que se escogió el último día de febrero para celebrar el Día Mundial de las Enfermedades Raras.

Llegó el ascensor

Hay fechas del año en las que en el gobierno y el Estado se toman ciertas decisiones, unas por costumbre y otras por ley. Por costumbre, por ejemplo, los presidentes quitan o cambian funcionarios el 16 de agosto o el 27 de febrero. Pero este año no hubo ningún decreto con nada de eso, así que a nivel del gobierno quedó todo igual.

Por costumbre, también para estas fechas las Fuerzas Armadas anuncian retiros, tanto con derecho a sueldo o pensión como de otro tipo. Y ayer retiraron a 257 oficiales, alistados y asimilados de las 3 ramas de las FF.AA. (Ejército, Fuerza Aérea y Armada).

Al mismo tiempo, con los decretos 114-24 y 115-24, el presidente ascendió a 6843 oficiales y alistados de las 3 ramas. De esos, un poco más de la mitad son del ejército (3529). Pero esto ya no es por costumbre, sino por ley: la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas (139-13) dice en el artículo 112 que la única fecha del año para ascensos institucionales —en tiempos de paz, porque en tiempos de guerra la historia es otra— es en la semana conmemorativa de la Independencia Nacional de cada año.

Ley o costumbre

También hay casos donde la costumbre choca con la ley. Y uno de esos tiene que ver con la cantidad de generales que tenemos (o almirantes, que es la categoría equivalente para la Armada). La misma ley 139-13 dice, en su artículo 114, que la cantidad de plazas disponibles para general o almirante nunca será mayor a 1 por cada 1000 miembros de la institución militar de la que se trate. 

Sumando las tres, y según el último dato que encontramos, que es del 2022 (la página del Portal Nacional de Datos Abiertos da error y la del Ministerio de Defensa solo está actualizada hasta el 2021), las FF.AA. tenían 59 294 miembros activos. Aplicando la regla que dice la ley, eso da un máximo de 59 generales en total. Pero adivina… el presidente también ascendió unos cuantos a general o almirante en el decreto de ayer, y ahora pasamos de 119 a 134 generales activos, según este artículo.

Más del doble de lo que dice la ley

Sí, pero eso es una costumbre que viene desde que el país nació. Los presidentes y jefes de Estado han acostumbrado a no limitarse a ascender a general solo a quienes lo merecen o les toca, sino a todo al que quieran darle el mayor rango militar, sea por amiguismo, por conveniencia o para congraciarse con alguien. 

La ley 139-13 vino a tratar de regular eso, y daba 6 años para un desmonte gradual del «generalato». Danilo lo cumplió parcialmente, porque cuando se aprobó la ley había 156 generales, y él lo llegó a bajar a 119. Esta gestión llegó a bajar a 97 hasta junio del 2022, que todavía estaba muy por encima de lo que permite la ley, pero otra vez hemos ido subiendo y nuevamente tenemos más del doble del límite. ¿Cuánto nos cuesta tener tantos caciques? En el 2017, cuando eran 136, nos costaba 7 mil millones de pesos al año.

Volvió Waldo

Waldo Ariel Suero, que en diciembre pasado se juramentó por sexta vez como presidente del Colegio Médico, ya está echando su primer pleito de esta gestión contra el sistema. Y tiene que ver con la resolución 584 del Consejo Nacional de Seguridad Social, aprobada el 15 de este mes, que establece las infracciones y sanciones al Seguro Familiar de Salud (SFS) y al Seguro de Riesgos Laborales (SRL). Las sanciones conllevarían multas para los tres actores del sistema, dependiendo de quién sea la falta: las ARS (aseguradoras), el Instituto Dominicano de Prevención y Protección de Riesgos Laborales (Idoppril) y los centros médicos (que en el sistema se llaman Prestadoras de Servicios de Salud, o PSS).

¿Qué dice Waldo?

Que van a mandarle un recurso al CNSS para que «reconsidere» lo establecido en la resolución, por varias razones: una es que ellos (los médicos) no tiene miembros en la Comisión de Reglamentos del CNSS que la redactó, tampoco participaron en las vistas públicas para discutirla, y dieron su voto disidente (o sea, votaron que no) a la hora de aprobar la resolución.

Entonces, dicen los médicos que como ellos no estaban, eso se hizo a la medida de las ARS y la Idoppril. Para probar su punto, dicen que de las 37 infracciones de las ARS y la Idoppril, solo 6 son graves, 15 son moderadas y 16 leves; mientras que para los PSS —que tampoco distinguen entre centros de salud y los médicos a nivel individual—, de las 28 infracciones, 9 son graves, 12 moderadas y solo 7 leves. Además, se quejan de que la misma Idoppril puede poner sanciones a los médicos, sin tener que especificar a dónde iría el dinero.

El que la hace, la paga

Las multas pueden ir desde 50 salarios mínimos en el caso de faltas leves, hasta 300 salarios mínimos en el caso de faltas graves. Estamos hablando de cientos de miles de pesos, como mínimo, hasta unos 6 millones. Eso sin contar las faltas que pueden ser consideradas como delitos penales, según la Ley General de Salud.

¿Quieres ejemplos de qué serían faltas graves? Para una ARS, sería grave negarle a un afiliado la cobertura de servicios de salud contemplados en los planes, o no pagar los honorarios profesionales a un médico dentro del plazo de 60 días que manda la ley. Para un PSS (un centro de salud o un médico), una falta grave sería negarse a darle servicios de salud a un afiliado sin tener una causa justificada, o que retenga carnets, cadáveres, cédulas o cualquier otro documento, como garantía para que el paciente pague lo que debe.

Imagen del día

Dicen que no todos los héroes llevan capas y el día de ayer vimos estos cuatro hombres, que pusieron sus propias vidas en peligro para salvar la vida de una muchacha que tenía la intención de tirarse desde una de las vigas en el paso a desnivel de la avenida 27 de Febrero con Doctor Defilló. Para que te hagas una idea de lo arretao’ que son estos caballeros, la viga está a unos 15 metros del suelo (eso viene siendo más o menos como la altura de un edificio de 5 pisos) y se abalanzaron para agarrar la joven atento a equilibrio y el deseo de ayudar.

La cifra del día

Más del 90 %

Las tintas para tatuajes que podrían tener químicos capaces de dañar los órganos de la persona tatuada. Esto es según un estudio que se hizo en Nueva York, donde tomaron 54 muestras de tinta para tatuajes, hechas y vendidas en EE. UU., de las cuales 45 tenían químicos que no estaban descritos en la etiqueta. El problema no es solo que la tinta estuviera hecha con más ingredientes de los indicados, sino que algunos de los químicos están relacionados con casos de daños graves a órganos (como los riñones) y problemas con el sistema nervioso. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) empezará a regular las tintas para tatuajes para protección y tranquilidad de los usuarios y los tatuadores.