¿Rebajaste con esa medicina?

Quizás has escuchado hablar por ahí del Ozempic, y seguro alguien ya te dijo que es la nueva píldora milagrosa para rebajar. El medicamento demostró que ayuda a rebajar, pero no es la varita mágica que esperabas pedir por internet.

OJO

Lo que vas a leer aquí no pretende ser un consejo médico, solo es información general sobre la semaglutida. No tomes decisiones sobre tu salud basándote solo en lo que lees aquí. Siempre consulta a tu doctor, que para eso estudió medicina.

Comencemos por el inicio, ¿qué es el Ozempic?

El nombre del medicamento es «semaglutida», y las marcas más famosas son Ozempic y Wegovy. También puede que hayas oído “GLP-1”, pues es el nombre de la hormona que imita. Esta es una medicina inicialmente creada para la diabetes tipo 2 (quienes no responden a la insulina, diferente a la tipo 1, que sucede cuando no se produce insulina)

La magia de la semaglutida es que también se descubrió que uno de sus beneficios es lograr la pérdida de peso. Para probarlo se hicieron varios estudios; entre ellos el STEP 1, el cual concluyó que en 68 semanas, quienes estaban en el medicamento (junto a un ajuste de dieta y ejercicio), perdieron 14.9% de su peso, vs el grupo en placebo, quienes perdieron 2.4%, en promedio.

¿Cómo funciona?

El medicamento es una inyección subcutánea —se inyecta debajo de la piel— que provoca un efecto de llenura logrando que el paciente coma menos. Uno se da su pinchazo una vez a la semana y listo.

Funciona así: cuando comemos, producimos una hormona llamada GLP-1, que es lo que imita la semaglutida. Cada órgano con receptores de GLP-1 hace un trabajo diferente:

  • Páncreas: crea insulina para bajar el azúcar y baja el glucagón, una hormona que sube el azúcar.

  • Estómago: ralentiza el vaciado y hace que la persona se sienta llena por más tiempo.

  • Cerebro: reduce el apetito

De hecho, se está estudiando para el uso contra comportamientos adictivos y compulsivos, como beber alcohol, fumar, comprar, o morderse las uñas, pues hay pacientes que han reportado una mejoría contra esa batalla.

¿Y no era para la diabetes?

Para eso estaba aprobado, pero en el 2021, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) aprobó el uso de semaglutida —comercializado bajo los nombres Ozempic, Wegovy, Rybelsus— para poder ser recetado en el control de la obesidad.

Este año, después de observar la efectividad del medicamento en Estados Unidos, el Reino Unido también aprobó su uso en el Servicio Nacional de Salud.

¿Por qué es difícil encontrarla?

Porque como la gente comenzó a usarla para rebajar, las órdenes se dispararon, complicándole la vida a los diabéticos, quienes se han visto con problemas de conseguirlo por la escasez del medicamento en EE. UU.

Amén, ¿lo pido en Amazon?

Suave, que es bolero. El medicamento se vende solo por receta, y hay seguros que se niegan a cubrir el costo si no hay una necesidad real. Sin seguro, aunque te lo mediquen, puede costar más o menos de 1 300 dólares al mes.

Pero como no es una varita mágica…

Esto también viene acompañado de cosas negativas. La semaglutida tiene efectos secundarios —náuseas, vómitos, diarrea, gastroenteritis— que pueden ir de moderados a graves; si no se acompaña de una dieta alta en proteínas, la pérdida rápida de masa muscular, los puede poner en jaque; y además a los pacientes hay que advertirles que tienen riesgo potencial de desarrollar tumores de tiroides.

Para rematar, apareció un problema mayor: El medicamento está siendo investigado porque parece estar relacionado con trastornos depresivos, pensamientos suicidas y de autolesiones.

Tres pacientes de Ozempic reportaron tener ideaciones suicidas y de autolesión luego de comenzar el tratamiento; luego se reportaron otros casos similares en Europa y ahora la Agencia Europea del Medicamento (AEM) emitió una alerta y comenzó una investigación para determinar si el medicamento provoca problemas de salud mental o si los casos son temas aislados.

No te sorprendas, que ya había pasado

Antes del Ozempic había un medicamento llamado «Acomplia», que quería lograr lo mismo: hacer que pacientes obesos con factores de riesgo pudieran rebajar. Se comenzó a distribuir en algunos países en el 2006, y en el 2008 la AEM recomendó suspender la comercialización por la relación de su consumo con trastornos psiquiátricos severos y pensamientos e intentos suicidas.

A partir de ese medicamento comenzaron a exigir que la elaboración de tratamientos contra la obesidad incluyera un paso para evaluar los posibles efectos adversos relacionados con la salud mental.

Y si pensabas que ese era el único problema

Pues no. En esta semana CNN publicó un artículo explicando como los pacientes que utilizan semaglutida para rebajar están ahora sufriendo de «gastroparesia grave» o parálisis estomacal, una enfermedad que afecta el movimiento espontáneo de los músculos del estómago e interfiere en la digestión normal y provoca náuseas, vómitos y dolor abdominal.

¿Recuerdas que hablamos de que el GLP-1 —o la semaglutida cuando imita a esta hormona— ralentiza el vaciado y hace que la persona se sienta más llena? Pues resulta que se cree que con Ozempic o sus hermanitos el estómago se ralentiza demasiado causando la parálisis estomacal. Hasta ahora todavía son pocos los casos, pero según algunos médicos, están apareciendo cada vez más pacientes con problemas estomacales debido a la popularidad del medicamento.

Entonces, ¿debo usarlo o no para adelgazar?

Esa es una decisión que debes tomar junto con tu médico. Nada de lo que se ha mencionado aquí constituye asesoramiento clínico, así que no debes tomarlo como tal. Esta información es solo eso, información, y si necesitas o no el medicamento depende de la prescripción de tu médico.

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