¡Buenos días!
Hoy es viernes 30 de junio

Y desde 1939 en República Dominicana celebramos en esta fecha el Día del Maestro. Aunque el país no está en su mejor momento a nivel de educación, no podemos dejar de reconocer a los maestros que sí se entregan por completo enseñando con amor, respeto, dedicación y, sobre todo, con paciencia.

En 4, en 4, en 4

El 4% para la Educación, los 4000 millones para la reforma de la Policía y 4 años más… El 4 es un número que aparece mucho en las promesas de los gobiernos para resolver problemas. De hecho, el presidente Abinader acaba de prometer que en 4 años no tendremos ningún vertedero a cielo abierto. Si el plan sigue cómo va, claro.

¿Y cuál es el plan?

Desde el 2021 está funcionando un fideicomiso que se llama «DO Sostenible», que busca manejar mejor nuestra basura e implementar una economía circular. Eso de economía circular se refiere a «reducir, reutilizar y reciclar» en vez «extraer, producir, usar y desechar».

Manejar mejor los residuos sólidos significa cerrar los vertederos a cielo abierto y abrir otros con el cielo cerrado (este chiste también es una basura). En estos nuevos vertederos la basura se pudiera aprovechar, o al menos llevarla a un lugar donde pueda ser gestionada correctamente, minimizando los daños al medio ambiente y la contaminación. El gobierno no se quiso tirar eso arriba solo, así que armó esta alianza público-privada donde las empresas reciben la basura y deciden qué hacer con ella. El gobierno pone los terrenos y la recolección. La empresa gana dinero, el gobierno gasta menos; todos ganamos. Ya hay al menos 13 empresas invirtiendo muchos cuartos en ese tema.

Una basura

Eso son los vertederos a cielo abierto, que deben ser la última opción hoy en día para manejar residuos. Los vertederos a cielo abierto no son más que terrenos donde se acumulan lomas de basura hasta que no quepa más.

Los problemas de los vertederos a cielo abierto son muchos. Por un lado, está el lixiviado, que es esa «agüita jedionda» que bota la basura cuando se está descomponiendo; eso recoge contaminantes de todo tipo, y va a parar al suelo o a las aguas subterráneas. También están los gases de efecto invernadero, como el metano, y las toxinas que libera la basura cuando le pegan candela.

Se pueden enfermar también los animales y los buzos que buscan entre la basura. Y ni hablar de los malos olores y el humo tóxico que producen los vertederos, cosa que conocen muy bien los que han vivido cerca del vertedero de Rafey en Santiago (arreglado hace años) o el de Duquesa.

¿Y no hay más maneras?

Muchísimas, pero aquí los vertederos a cielo abierto eran la única opción hasta hace poco. Se estima que en el país hay unos 240 vertederos a cielo abierto, unos 235 no controlados. La meta de eliminarlos todos es bien ambiciosa, pero al menos se ha ido avanzando. El fideicomiso tiene una meta de gestionar (sea por reciclaje o por lo que sea) el 40% de los residuos para el 2024, y ayer dijeron que si siguen como van, llegarán a un 65%.

Para la gestión empezaron interviniendo los más grandes. El más grande de todos es Duquesa, que a través de los años ha dado todos los dolores de cabeza del mundo. Pero lo han ido cerrando poco a poco y ya está «bajo control», según el ministro de Medio Ambiente.

¿Tienes en mente estudiar en Estados Unidos?

Pues tal vez te interese saber que eliminaron la discriminación positiva de las universidades. Esto suena como una buena noticia, pero puede que no sea así para ti. La discriminación positiva o acción afirmativa, es una política que se usa desde hace mucho en Estados Unidos para tratar de equilibrar las desigualdades históricas que afectan a ciertos grupos raciales como latinos, negros y otras minorías. En las solicitudes a las universidades, esto se traduce en darle un pequeño empujón a los estudiantes negros y latinos, que históricamente no han tenido mucha presencia en las universidades.

Pero el Tribunal Supremo de Estados Unidos, que en estos momentos está más inclinado hacia el lado conservador, ha dictado recientemente dos fallos que prácticamente le ponen la reversa a esta costumbre. El tribunal dice que las intenciones son buenas, pero que los procesos de admisión que se fijan en la raza de los aspirantes no necesariamente cumplen con las reglas para tomar en cuenta la raza. Los jueces que apoyaron esta decisión se fueron por el lado de que cualquier tipo de discriminación racial, aunque se haga para ayudar a los grupos con menos ventajas, no puede ser aceptada.

¿Por qué es polémico este fallo?

Quienes defienden la discriminación positiva sostienen que estas políticas son necesarias para compensar el racismo estructural que todavía afecta a los negros y latinos en Estados Unidos. Dicen que ahora se va a coger lucha. El presidente Joe Biden criticó la decisión, al igual que varios jueces del propio Tribunal Supremo.

Por otro lado, los críticos de la acción afirmativa, como el expresidente Donald Trump y el activista Edward Blum, han aplaudido la decisión. Sostienen que la discriminación positiva en realidad perjudica a los estudiantes blancos y asiáticoamericanos, que podrían ser pasados por alto en favor de candidatos negros y latinos menos calificados.

¿Cómo afectará esto a las universidades y a los solicitantes de admisión?

Esta decisión probablemente tendrá un impacto significativo en las políticas de admisión de las universidades de todo el país. Tendrán que reevaluar sus criterios y procesos de admisión para asegurarse de que cumplen con la nueva normativa. Es probable que esto dé lugar a una mayor competencia entre todos los solicitantes, ya que ya no habrá ninguna preferencia racial en el proceso de admisión.

En cuanto a los estudiantes, es posible que veamos una disminución en la representación de los estudiantes negros y latinos en las universidades, especialmente en las más prestigiosas. Esto podría tener un impacto a largo plazo en la diversidad racial en una serie de campos, desde el mundo académico hasta la política y la economía.

¿Es definitiva esta decisión?

Las decisiones del Tribunal Supremo son definitivas en el sentido de que son la última palabra en la interpretación de la ley en Estados Unidos. Sin embargo, eso no significa que la situación no pueda cambiar en el futuro. Es posible que el Congreso pueda aprobar una nueva legislación que restaure alguna forma de acción afirmativa. Además, la composición del Tribunal Supremo podría cambiar con el tiempo, y una futura mayoría podría optar por revisar esta decisión.

La Corte Suprema de EE. UU. decidió acabar con la «discriminación positiva» en las universidades. Esa es una política que comenzó a implementarse en los años 60, que consideraba «la raza» como un factor importante en los procesos de admisión.

Con eso lo que buscaban era «corregir desigualdades históricas», como la esclavitud y la segregación, que afectaban el acceso a los estudios de las minorías. Por todo este tiempo, miles de negros, latinos e indígenas consiguieron entrar a las universidades y así fue aumentando la proporción de estudiantes de minorías.

La Corte, de mayoría conservadora, decidió por 6 a 3 (son 9 jueces en total) las dos sentencias que tienen que ver con demandas a las universidades de Harvard y Carolina del Norte, pero aplicará a nivel nacional.

Rojo versus Azul

La discriminación positiva ha sido un tema de debate durante mucho tiempo, y, por lo tanto, ayer hubo gente que celebró y gente que se killó.

De un lado, los sectores más liberales, los demócratas y el presidente Biden, que piensan que este tipo de políticas son necesarias para compensar por un pasado donde las personas fueron excluidas sistemáticamente por su raza.

Del otro, los sectores más conservadores, los republicanos y Trump, que entienden que darles ventaja a las minorías raciales también es una forma de discriminación, porque puede dejar fuera a aspirantes más capacitados. Y por ese lado se fueron los 6 jueces que decidieron, que entienden que «eliminar la discriminación racial significa eliminarla en su totalidad».

Imagen del día

Si eres de los que piensa que los millonarios gastan dinero en disparates, esta vez te vamos a tener que dar la razón. Esta cartera verde luminico diseñada por un colectivo artístico de Nueva York es más chiquita que un grano de sal y se vendió por más de 63 000 dólares en una subasta.

La cifra del día

Más de 2000 millones

Los pesos dominicanos que invirtieron entre Gonzalo, Abinader y Leonel en campañas durante las elecciones presidenciales pasadas. Pero para estas elecciones la Junta Central Electoral bajó raya y puso un límite a la gastadera de los precandidatos presidenciales de poco más de 500 millones de pesos… No le dejaron ni para los chicles 😒.