¡Buenos días!
Hoy es jueves 29 de mayo

En el afán de vernos grandes en todo lo que hacemos, podemos pensar que las cosas pequeñas no valen nada. Una conversación con alguien que lo necesita. Escuchar sin querer opinar de una vez. Escribir una disculpa. Alegrarse por los amigos cuando les va bien. Al final, el mundo no se sostiene con la viralidad, sino con esas acciones que nadie está grabando ni te las ordena ChatGPT, pero por las que vale la pena llamarse ser humano.

A cada santo le llega su día

Ayer te contábamos que la Cámara de Cuentas tiró 3 auditorías, después de varios años en baraje total por los pleitos que había entre sus miembros. Aunque hay un chin del primer gobierno de Abinader, la gran masa de estas auditorías se concentra en los últimos años de Danilo. 

Así que parece como que se están yendo demasiado atrás porque ya estamos en Abinader 2.0, pero es que hay un detalle: estas 3 nuevas auditorías, que fueron a Industria y Comercio, Hacienda y el Inaipi, estaban hechas desde al menos el 2022, y no se habían publicado porque en medio del desastre, algunos miembros de la Cámara de Cuentas no querían darles el OK para que fueran publicadas. Pero ya están ahí, así que vamos por partes:

Oye, Donald

En Hacienda analizaron los años 2019 y 2020, así que cubrieron mayormente la última parte de la gestión de Donald Guerrero, y un chin del actual ministro Jochi Vicente. Donald está acusado en uno de los casos de corrupción —que como ya no se le puede llamar por los nombres que le pone el Ministerio Público, solo diremos que es el que también incluye a Gonzalo Castillo y José Ramón Peralta— así que esto irá derechito para los tribunales para que los fiscales lo usen como entiendan. Aunque ahí se hablaba de miles de millones, y los montos de lo que hasta ahora se sabe que encontraron son relativamente bajitos. Por ejemplo:

• Pagos por 46 millones de pesos a empresas de telecomunicaciones (Wind), seguros (Humano) y asesoría (Global Knowledge Link) sin ningún documento de respaldo.

• Contrataciones de consultorías por 19 millones sin que el Ministerio de Administración Pública diera el OK.

• Compras de bienes y combustibles sin expediente.

Pero, Berlinesa

En el Instituto Nacional de Atención Integral a la Primera Infancia (Inaipi) sí hay cositas que llaman más la atención. Ahí estuvo Berlinesa Franco desde el 2016 hasta abril del 2020, y después Kenya Lora por unos meses. Algunos de los macos que encontraron:

• Le dieron 28 contratos a un solo suplidor, mucho más que al resto (quizás era el más barato, pero hablan de posible favoritismo).

• Se contrataron de urgencia 40 mil kits de alimentos por 100 millones de pesos en pandemia, pero no estaban incluidos en los decretos.

• Compraron 22 millones de pesos en productos que nunca se entregaron.

• Violaron la ley de compras en varias licitaciones durante años.

• Le pagaron 41 millones de pesos a militares sin una autorización formal del Ministerio de Defensa.

Anjá, Nelson

La otra auditoría fue a Industria y Comercio desde el 2015 al 2020, donde estuvieron José del Castillo Saviñón (hasta el 2016), Temístocles Montás (2016-2017) y Nelson Toca Simó de ahí en adelante. Aquí los montos son más importantes:

• 1364 millones de pesos de ingresos que no se transfirieron a la Tesorería.

• Contratación de familiares de altos funcionarios por cerca de 5 millones de pesos.

• Pago de salarios por 228 millones a 71 asesores sin permiso del Ministerio de Administración Pública.

• Alquilaron un edificio por 1464 millones de pesos, cuando un mes antes había sido tasado en 814 millones.

• Transferencias por 18 millones sin soporte.

• Movieron 1341 millones de pesos en pagos, contrataciones, asignaciones o viáticos, sin que hubiera reglas claras de cómo se debía gastar ese dinero. O sea, como dijeran los jefes.

Mi príncipe no es azul

Como los kenianos tienen tiempo en Haití y no han podido con las bandas, y además la ONU y la OEA lo que se la pasan es hablando cháchara pero en el terreno no hacen nananina, el gobierno haitiano hizo como el que acaba de salir de una relación y buscó opciones. Según el New York Times, ya contrataron a Erik Prince y está operando desde marzo. 

No queda claro si él está en Haití ni cuánto le están pagando, pero según las fuentes hace rato que está mandando armas y drones, y ahora mismo está juntando un grupo de 150 veteranos haitiano-estadounidenses para fajarse de tú a tú con Barbecue y sus amigos.

¿Y ese quién es?

Erik Prince es un ex Navy Seal y millonario que se dedica a… bueno, digamos que a servicios militares privados. ¿Recuerdas lo que hacía el difunto Yevgueni Prigozhin para Putin, de ir a otros países a pelear por contrato? Bueno, algo así. Prince fundó la compañía Blackwater —que mucho después se pasó a llamar Academi— a finales de 1996, y de ahí para acá ha generado más de 2 mil millones en contratos para el Departamento de Estado, la CIA y otras agencias del gobierno de EE. UU.

Erik cayó en desgracia después de una masacre de 17 civiles en Bagdad en el 2007, y 4 de sus empleados fueron condenados, aunque Trump (pana de Erik) los perdonó en el 2020. De ahí para acá ha joseado unos cuantos negocios: entrenó mercenarios colombianos para los Emiratos Árabes, hizo unas operaciones en Libia y África entre 2020 y 2021, protegió minas de cobalto en el Congo, y el año pasado hasta se le vio por Ecuador cuando tenían el lío grande con los cárteles de narcotráfico.

¿Un mal necesario?

Situaciones extremas requieren medidas extremas. Esto es lo que seguro pensará la mayoría de la gente con la llegada de Prince a Haití, pero otros están más chivos porque él no es precisamente conocido por rendir muchas cuentas (se supone que está desde marzo, y no se ha reportado ni una sola muerte o detalles de nada). Funcionarios del gobierno de EE. UU. han dicho que están claros de que él está allá, pero no son los gringos quienes le están pagando. 

¿Cómo así, príncipe?

Y hablando de Haití y de sus bandas, dice el alcalde de Jimaní que no es verdad que un grupo armado haya cogido el control de la aduana de Malpasse, del lado haitiano. Que lo que hubo fue un «impasse menor» entre unos camioneros y agentes de aduana, pero que ya eso se resolvió. De paso criticó a los medios locales que «publican sin verificar», pero quizás él no sabe que quien primero publicó esa noticia fue Le Nouvelliste, uno de los periódicos más importantes de Haití.

Imagen del día

La cifra del día

13,432,672

La cantidad de medicamentos ilegales que tuvo que quemar el gobierno en los últimos tres meses. No tenían registro sanitario, ni control, ni nada que vaya a hacerte bien… solo estaban ahí esperando a que una persona con la esperanza de sanarse cayera en el gancho. Este tipo de operativos son los que hay que aplaudir, porque mientras más basura como esa haya en la calle, más gente se enferma creyendo que se está curando. No es solo contrabando: es jugar con la salud de quien está desesperado.