¡Buenos días!
Hoy es martes 15 de octubre

«Cuando nos sacan de nuestra rutina, creemos que todo está perdido, pero en realidad es ahí donde empieza lo nuevo, y lo bueno».

-Leo Tolstoy

Esto si es grande

Y nadie quiere un pedazo. Siguen por todos lados los gritos por la propuesta de reforma (perdón, «modernización») fiscal, y lo curioso es que aquí está todo el mundo claro de que desde hace años se viene diciendo que se necesita una reforma fiscal. Pero no esa, porque nadie quiere que le afecte el bolsillo.

Ayer volvieron a quejarse los industriales y los del sector de bebidas no alcohólicas, que nos mandaron a prepararnos para que estas suban entre un 25% y un 50%. Pero vamos a concentrarnos en dos sectores en particular, de los que se estuvo hablando mucho: vivienda y los creadores de contenido.

Si los apartamentos ya están caros…

Están por ponerse incomprables. Ayer salieron las principales asociaciones relacionadas a la construcción, con la de Constructores y Promotores de Viviendas (Acoprovi) a la cabeza, a tirar algunos datitos. Dicen ellos que solo por la eliminación de la tasa preferencial de impuesto sobre la renta a fideicomisos de vivienda, el precio de las viviendas aumentaría un 12.5%. A eso agarras y le sumas el 18% de IVA (antiguo ITBIS) por la venta, compra de agregados y transporte y otras cositas, y te da un resultado de que el precio de las viviendas aumentará más de un 30%.

Todas las viviendas subirían de precio, pero ese número aplica particularmente a las viviendas de bajo costo, que son las que cuestan de 5 millones y piquito hacia abajo. El gran problema de eso es que, según los números de los constructores, como 6 de cada 10 viviendas dejarían de ser de bajo costo por pasar de los 5 millones con los aumentos. Eso no les permitiría a las personas acceder al bono vivienda que da el gobierno para ese tipo de viviendas. O sea, que una gran parte de la gente que tenía en planes comprar su apartamentico contando con este bono, ya no podrá hacerlo.

Eso no solo sería un golpe bajo para las constructoras, ferreterías, hormigoneras y demás, que perderían dinero en ventas y dejarían sin trabajo a miles de personas, sino para el país como tal. Es que ahora mismo tenemos un déficit de 1.4 millones de viviendas, que será mucho más difícil de ir reduciendo si todo esto se da.

Y algo más: si hay menos apartamentos disponibles, que además subirán considerablemente de precio, y que para completar el dueño tendrá que pagar mucho más de IPI, esos precios de alquiler van para arriba como un fuete. O sea, se creará un efecto dominó que crearía una crisis de viviendas mucho más grave de lo que ya es. Bueno, eso dicen los constructores.

Lo yutubel

Los creadores de contenido, que ganan dinero por los views que generan o por cualquier otro mecanismo relacionado a sus redes sociales, están asustados porque la propuesta de reforma fiscal incluye un artículo que parecería hablar de cobrarles más impuestos. Y decimos más impuestos, porque ya a todo el que factura a través de una plataforma que está, digamos que en EE. UU. (como YouTube), le tumban un 30% antes de que el dinero llegue a sus manos. Es decir, ya pagan impuestos allá por sus ventas, y pagar aquí también sería una «doble tributación», un asunto que en gran parte del mundo se trata de evitar.

Pero parece que cogieron el miedo antes de la cuenta, porque el texto nuevo que introduciría la reforma, específicamente en el artículo 339, que habla del ITBIS (futuro IVA), dice así:

• La base imponible de este impuesto será (nota: la base imponible dice cuáles a actividades aplicará ese impuesto):

  • Servicios prestados desde el exterior con destino final al territorio nacional: Prestación de servicios mediante plataformas tecnológicas a través de internet u otras redes desde el exterior, cuando el cliente, usuario o destinatario final de estos tenga su residencia fiscal, domicilio, establecimiento permanente o sede de actividad económica en República Dominicana, salvo los casos específicamente excluidos por ley. 

Vamos por parte, porque aquí hay tela: lo primero es que ese artículo habla de ITBIS (dile IVA ya), que se carga cuando hay una transferencia de un producto o servicio. Usualmente, es 18% del valor, pero un contenido de redes no tiene valor. El valor se lo dan los views, y al final lo que paga la plataforma es como una especie de comisión. O sea que no queda claro cuál sería el impuesto y el porcentaje. 

Lo otro es que habla de que cobrarán el impuesto cuando sea a través de internet o redes del exterior, cuando el cliente, usuario o destinatario final viva aquí en RD. En teoría, entonces, deberían cobrar solo por los views que sean desde aquí. ¿Cómo van a medir eso? ¿Cómo lo van a cobrar?

En fin, parece como que quieren cobrarles impuestos a los creadores de contenido, pero no queda muy claro cuáles o cuánto, y tampoco se sabe si entrarían en el pecado de ponerlos a hacer doble tributación.

Una ñapita:

El economista Andy Dauhajre, que está sonando mucho últimamente por sus opiniones sobre este tema de la reforma, abordó en su último artículo 4 temas: el impacto en las zonas francas, principalmente porque la reforma desincentivaría la inversión extranjera; la eliminación de los incentivos turísticos, que no afectaría a los destinos establecidos, como Punta Cana y Bávaro, pero sí a los que están en desarrollo, como Puerto Plata, Samaná y Pedernales; lo de las viviendas de bajo costo, que ya lo vimos antes; y el nocáut a la clase media por ponerle IVA a muchos productos y servicios esenciales.

Arrancó el recule:

Ha sido tan mala la recepción a la propuesta de reforma, que ya tres actores importantes del gobierno dijeron que están dispuestos a revisarla. Uno fue Alfredo Pacheco, que dejó abiertas las posibilidades de que haya cambios a la reforma cuando se discuta en la Cámara de Diputados (y más después de las vistas públicas que arrancan el jueves). Otro fue el ministro de Hacienda, principal encargado de la reforma, que dijo que si cometieron un error «garrafal» están dispuestos a analizarlo. Y finalmente el presidente Abinader, que prometió que buscarán el famoso consenso.

Y si de reformas se trata

De esas hay muchas ahora mismo. Una es la laboral, que está en el Congreso pero los empresarios insisten en que hay que variar el modelo actual de cesantía; otra es la Constitucional, que quedó totalmente definida ayer y ya no vamos a abundar más sobre eso porque te la sabes de botella. Pero para sorpresa de muchos, el presidente abordó en LASemanal de ayer otra reforma de la que se viene hablando hace mucho tiempo: la reforma policial.

¿En qué está eso?

Ayer lo que dieron fue básicamente un repaso de lo que se ha hecho hasta ahora. Sobre todo en la segunda etapa, donde ya armaron la estructura para comenzar a implementar cosas. Lo anunciado lo podemos dividir en tres:

Lo logrado: ahí hablaron de la modernización de la carrera policial, los salarios de los policías, el régimen de consecuencias, la educación de los policías, ajustes en la estructura y un nuevo modelo de patrullaje. En ese sentido, celebraron que ya en unos meses habrá casi 5 mil policías en las calles, formados bajo el nuevo modelo.

Los proyectos estratégicos: aquí presentaron los 4 ejes bajo los que están trabajando toda esta renovación de la institución: la modernización de la Policía en todos los aspectos (gestión humana, órganos de control, infraestructura y plataformas); la inteligencia policial más moderna; la transformación tecnológica y de la cultura policial; y un modelo para administrar y manejar mejor el dinero.

Y un uniforme nuevo: sip, la Policía viene con uniformes nuevos y totalmente diferentes, que serían usados a partir del año que viene. Esto no es para estar al último grito de la moda o por mejorarles la pinta a los policías (aunque también), sino que esos uniformes están diseñados de acuerdo a las mejores prácticas internacionales. Tienen cinturones multifuncionales, colores reflectivos, cámaras (bodycams) y hasta un código QR para ver los datos del agente.

Imagen del día

Esta es una región del desierto del Sahara, en el sureste de Marruecos. Podrá parecerte un lindo paisaje, ver agua en una de las regiones más secas del mundo, pero para la gente que vive ahí fue algo así como el apocalipsis, porque hacía décadas que no tenían inundaciones. Pero claro, después de recibir en cuestión de dos días más de 4 veces su promedio mensual de lluvia, era lo menos que podía pasar.

La cifra del día

11 millones

La cantidad de inmigrantes indocumentados que se estima que viven en EE. UU. O vivían, porque eso ya lo decía Biden en el 2021, y de ahí para acá es que ha entrado gente. En ese momento, entre un 80% y un 90% de esos indocumentados ya tenían tiempo viviendo allá. A nivel general, en EE. UU. viven como 48 millones de inmigrantes, pero la gran mayoría está legal. Estos datos son importantes para dar contexto a lo que se ha convertido en el punto principal y más controversial de la campaña presidencial, que entró en su recta final.